Lucía Méndez es Chiva
Lo que estamos viviendo actualmente en el futbol mexicano aplica al dicho: "¡Ya lo vemos hasta en la sopa!".
Chivas por aquí, Chivas por allá, Chivas por acullá... no cabe duda que las Chivísimas Rayadas del Guadalajara son el equipo más popular de este País.
Bueno, pues ayer hablé con alguien de ese equipo, no precisamente mi Judas Meee
(porque no me contestó), y me dijo que el del sábado será una bomba.
Irán a jugar a Chiapas, ante Jaguares, y me dijo que, de perder, ya habría algunas medidas.
"De por sí va a haber cambios. A hoy (martes) aún no sabemos quiénes serán los 11, pero sí sabemos cómo está la presión para el 'Gullit', por ejemplo", me dijo.
"No se ha hablado de eso, pero si en Jaguares no se gana, sí se siente que habrá algún sancionado o movimiento para un jugador".
Ya no me dijo qué quiso decir con "movimiento", pero bueno.
Tal vez este sábado sí ganen en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, me dijo. Bueno, no "me dijo", sino bromeó.
"Ya si no ganamos ahí".
"¿Por qué?", le pregunté (esta vez fue vía telefónica, no por WhatsApp).
"Pues cómo que por qué, esa cancha la pisó el Papa Francisco hace días, y si hay un equipo bendecido en este país es Chivas", bromeó.
Con eso que me dijo, no me queda más que recordar aquella película ochentera de Lucía Méndez: "Los Renglones Torcidos de Dios".
PD: Sólo así pensaría en la relación Papa y Chivas.
Lo que cuesta una derrota
¿Tres puntos?, ¿dinero en una apuesta?, sí, es lo primero en lo que pensamos que cuesta una derrota.
Bueno, a quien le costó el no ir a conocer a uno de sus cantantes favoritos fue a André-Pierre Gignac.
Ya ven que mi compa Alejandro Sanz estuvo todo el fin de semana aquí en Monterrey. Se presentó en el Auditorio Banamex jueves, viernes y domingo.
Pues resulta que Gignac (André-Pierre pa' los cuates) me salió fan del españolito y cuando supo que estaría el fin de semana en Monterrey, se contactó con su gente porque lo quería conocer.
Pues que rápido hablan con Sara, la asistente personal de Sanz. Le dijeron que el astro francés quería conocer al astro español y ella les dijo que sí, que lo esperaba el viernes en el hotel Camino Real, donde se hospedaban.
¡Y puuum!, que viene el primer problema: "Je ne peux pas aller le vendredi, car je suis avec l'équipe", fueron las palabras de André-Pierre.
Mmm, ok, como no hablan francés, se los traduzco: "No puedo ir el viernes, porque estoy concentrado con el equipo".
Síganle...
Lo invita
Como se frustró el primer intento, André le hace llegar boletos de Palco a Alejandro Sanz para que fuera al juego entre Tigres y Tijuana.
Le mandó varias entradas para una Suite, estaba todo dado para que estuvieran juntos en un mismo escenario, pero ahora en el que "tocaba" el francés... ¡y tampoco se dio!
Por una razón que yo Sanca desconozco, el intérprete de "Cuando nadie me ve" no pudo ir, y quééé bueno, porque miren que esa cara felina del sábado fue muuuy fea.
(A mí no me hace guaje. Esa de "Cuando nadie me ve" es una canción que canta y le encanta a mi Primo Rosa. Se identifica mucho, sobre todo cuando dice: "Cuando nadie me ve, puedo ser o no ser, cuando nadie me ve pongo el mundo al revés, cuando nadie me ve no me limita la piel; cuando nadie me ve puedo ser o no ser... ¡mmm, ...otííísimo!).
Bueno, déjenme le sigo. Pues segundo intento frustrado, peeeroooo, esto no acababa aún. Le dejaron boletos, ahora a Gignac, para que fuera al concierto del domingo. A un sitio exclusivo del Banamex.
Juega Tigres, pierde 2-1 ante Xolos, André-Pierre se agüita... ¡y que decide no ir porque no traía ganas de nada!
Al francés le caló la derrota y el domingo mejor no fue a divertirse.
Mmmta, este encuentro sí que estuvo salado. Tres veces pudieron verse y tres veces sucedió algo que terminó por frustrar ese abrazo y beso que se hubieran dado dos grandes, uno del futbol y otro de la música.
"¡Cuando naaadie me veee, puedo seeer o no seeer...!".
Aaay, Dios, ya me dio miedo. Ya traigo esa canción todo el tiempo. La canto por instinto y ya me preocupé.
PD: "...Cuando nadie me ve no me limiiita la pieeel"!
Otro Tigre
Ya conocemos a André-Pierre, es tan Tigre como los LyL. Ayer andaba en el Mercado Fundadores, en la tienda de la barra felina.
Bueno, pues me cuentan que llevó a su señor padre con "César Ritual" a tatuarse una cabeza de Tigre y una "U" de la U. de Nuevo León.
Ya me convirtió a su apá ("son pere", en francés) en Tigre. Ahora hasta tatuado salió.
¿Qué acción sigue de Gignac en pos de su afición por ser cada día más felino?
En estos días les cuento.
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