Bomba chiva
Pues las Chivas están convertidas en un verdadero polvorín.
Sí, ya sé que esto no es novedad, en los últimos años luego de algunos meses reinicia el ciclo: en la primera etapa llega un nuevo DT y los jugadores se motivan, en la segunda empiezan a agarrar confianza, pero se descarrilan y en la tercera les entra la presión a todos, dejan de rendir y empiezan a
esperar que cambien a su entrenador.
Lo malo es que normalmente dura mucho la tercera fase y el equipo se encuentra por la calle de la amargura, de hecho, un amigo me dijo que andaban en Pino Suárez esquina con Corregidora, pero no entendí a lo que se refería.
El caso es que "Martín Almeyda", como lo bautizó Jorge Vergara, ya no sabe qué hacer y según él ya no respetará jerarquías y mandará a la banca a quienes no están rindiendo. No, pos ya valió, si con 11 no ganan, ¡ahora que jueguen con seis o siete los van a golear! Y se me hacen muchos.
El primero que dejará la titularidad será Carlos "Gullit" Peña, eso está más cantado que las porras al Papa Francisco, sobre todo porque anticipando que el mediocampista podía hacerse guaje ante el equipo de sus amores, el dueño habló con él para pedirle su máximo rendimiento y ya vimos lo que pasó.
El problema es que esta historia ya se veía venir, digo, porque no es casualidad que el "Piojo" Herrera y su cuerpo técnico se hayan decepcionado cuando le temblaron las piernas en el Tri y si no lo sacaron de la convocatoria final para la Copa del Mundo fue para no hacer un escándalo, pero ganas no les faltaron.
En León es por demás sabido que en los momentos importantes y más cuando no tenía a su compa Luis Montes jugando a su lado, el "Lágrimas Esmeraldas" se venía abajo.
Luego de varios años de comprobarlo, a Chuchito Martínez, sumándole que a cada rato tenía broncas de fascitis plantar, le brillaron los ojos cuando vio los dólares rojiblancos.
¿Qué? ¿Acaso no sabían que lo mandaron con problemas crónicos de lesiones? Ups, yo no debería ser el que les informara, pero ya ni modo.
Leña del tronco
Ah, pero ahí no acaban las historias del refuerzo de lujo (por llamarlo de algún modo) que contrataron las Chivas.
No es que yo quiera hacer leña del "Gullit" caído, pero no puedo dejar de platicarles la que aplicó en el Tri el 5 de octubre pasado cuando "Tuca" Ferreti lo convocó a la Selección.
Tras jugar en Monterrey el sábado, el volante agarró la fiesta con singular alegría y viajó por su cuenta al día siguiente a la Ciudad de México más fumigado que mosquito del aeropuerto de Guadalajara.
Acompañado de una despampanante mujer tomó el vuelo, pero nunca se dio cuenta deque en el mismo avión y a unos asientos de distancia viajaba Marco Antonio Ruiz, auxiliar del DT brasileño. Digo, si apenas podía caminar, claro que no estaba en condiciones de reconocer al "Chima".
En fin, el caso es que tras hacer show porque la azafata no le quiso servir una cerveza en el avión, llegó como pudo al Centro de Alto Rendimiento, le dijo a su acompañante que lo esperara en el taxi y fue a decirle a su DT que "estaba lesionado".
Ferreti ya sabía cómo venía porque su auxiliar lo había puesto al tanto, pero le dio la oportunidad de quedarse diciéndole que al día siguiente lo evaluaría el cuerpo médico.
Ah, pues no, al jugador le pareció más atractiva la compañía de la mujer con la que iba que la Selección, así que le dijo al DT que prefería no quedarse.
Problema detectado
Y ya para cerrar nomás les digo que, como en las malas aflora todo lo negativo y ahorita (y hace seis meses, y hace un año, y hace dos...) las Chivas andan en esas, pues los problemas internos están tronando.
Mañana les platico cómo anda la cosa en la defensa central, alrededor de Carlos Salcedo, el futuro crack de Europa (¿no será Uruapan?).
Por lo pronto, no se preocupen, mis queridos aficionados rojiblancos, que Omniyorch ya avisó que está detectado el problema en el equipo.
¿Ya saben cuál es? Sí, en efecto: la actitud.
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