San Cadilla
en CANCHA


'Exilio' en puerta
 
Y mientras se deja venir la hecatombe llamada Preolímpico Femenil, donde Leonardo Cuéllar se ha empeñado en plagar de espinas su carrera como técnico de la Selección de mujeres, les cuento que, terminando la competencia, me contaron que Cecilia Santiago sólo va a regresar a México a hacer las maletas porque se embarca en una nueva aventura.

La portera ya

fichó para el futbol de Finlandia y tan avanzada va la situación que ya hasta estampó su rúbrica en el contrato.

La "Pollo" decidió dejar de esperar a que aparezca una Liga profesional o algo que se parezca en México y mejor se movió para propulsar su carrera.

Sólo espero que no se la vayan a aplicar como a Charlyn Corral y Kenti Robles, porque resulta que ahora la política del Tricolor Femenil es algo así como el revés del varonil, que depende de los "europeos", con Cuéllar prefiriendo trabajar con las que tiene en casa, olvidándose completamente de las que juegan fuera de México. ¡Háganme el favor!

Otra que también anda deshojando la margarita es la regia Nayeli Rangel, por la que también hay algunas ofertas y varios acercamientos, pero ella sí ha pedido que todo se vea después del Preolímpico.

Por lo menos Cecilia se vio lista y dejó firmado el contrato, porque no sea que se les venga la noche en la competencia clasificatoria en Estados Unidos, y después ya nadie las quiera contratar.

 
 
Adiós aventones
 
El que ya anda para todos lados en su propio coche es el paraguayo naturalizado mexicano Silvio Borjas.

El defensa del Cruz Azul se apuró y ya se hizo de un automóvil para sus desplazamientos en la Ciudad de México, pero no crean que de esos suntuosos vehículos de más de a millón de pesos que presumen los principales elementos del equipo, sino que se compró un Hyundai, de esos sencillitos que cuestan poco menos de 250 mil pesos.

A Borjas lo agarró desprevenido su llamado al primer equipo durante la pretemporada, pues lo mandaron traer desde Cruz Azul Hidalgo, en donde militó durante los últimos dos años con el equipo de la Segunda División.

Esos primeros días, en los que estaba con la zozobra de saber si le llenaría el ojo al técnico Tomás Boy para quedar registrado con La Máquina de Primera División, Borjas de plano no se aventó a conseguir carro y vivió de la caridad de sus coequiperos, a quienes pedía aventón todos los días.

No fue raro verlo irse con su compatriota Jorge Benítez, o con el líder de la zaga, Francisco Rodríguez, y cuando no tenía suerte, se salía a la calle a conseguir un taxi.

Pero el miércoles, Borjas llegó en su propia nave, la cual dejó bien estacionadita y hasta revisó que le hubiera puesto seguro a las puertas.

Ojalá y le vaya bien a Borjas en este torneo, porque de lo contrario, y como se las gastan en Cruz Azul, a ver si no en mayo vemos en La Noria un Elantra nuevecito con el letrero de "Se vende".

 
 
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