Amables aficionados: el pateador de Nueva Inglaterra, Steven Gostkowski, se echó la culpa: "yo perdí el juego", refiriéndose al punto extra que falló y que al final resultó la diferencia en el partido. Es cierto, si lo vemos con un enfoque muy limitado y estricto contra el pateador más certero de la NFL, que llevaba casi una década sin fallar habiendo conectado 523 puntos extra consecutivos.
Pero, si observamos el juego contra Denver en un aspecto general, hubo muchos más factores decisivos en el resultado final.
El ingrediente principal fue la defensa de los Broncos que maniató totalmente al ataque de Nueva Inglaterra. Hicieron ver a la línea ofensiva de Patriotas como lo que eran en realidad, una unidad parchada e improvisada que mostró su nivel real. Golpearon sin misericordia a Tom Brady en 20 ocasiones, más que a cualquier mariscal en todos los juegos de esta campaña y, como resultado de esta presión, el patentado ataque aéreo corto de Nueva Inglaterra prácticamente desapareció y con ello los puntos y el control del balón que usualmente ejercían. Si sumado a eso añadimos el inexistente ataque terrestre, pues fue un milagro que el partido resultara tan apretado en el marcador. Consideremos este dato adicional, la ofensiva de Nueva Inglaterra solo pudo convertir exitosamente dos de 15 intentos de primero y diez en tercera oportunidad.
El milagro mencionado lo aportó la defensa Patriota que los mantuvo en el partido hasta el final. Peyton Manning tuvo números modestos, 17 de 32 completos para 176 yardas, pero dos de ellos para anotación y, lo más importante, cero interceptados. Manejó perfectamente la situación.
Hubo más contribuciones para la derrota. Bill Belichick jugándosela en cuarta oportunidad en la yarda 16 de los Broncos, infructuosamente, cuando si hubieran pateado el gol de campo ganan el partido. Y claro, como sospechaba, aparecieron las varias decisiones "equivocadas" de los oficiales en contra de los Patriotas: en las claras interferencias contra Gronkowski no marcadas, el silbato rápido en un pase lateral recuperado que anuló una anotación (aunque después la consiguieron), la clara rodilla de Amendola en el suelo después de atrapar el balón y correr varios pasos antes de soltarlo, marcado pase incompleto, y así por el estilo. La Liga (Goodell) no quería a Nueva Inglaterra en el juego final y se le hizo. Todos pusieron su parte. Así que lo del pateador fue una parte muy breve de la historia.
El próximo domingo analizaremos la masacre en Carolina.
Por ahora, hacemos una pausa...
fvrossum@mural.com