CALIFICACIÓN 8.5
En apenas su tercer partido en la Máxima División, el silbante Diego Montaño, en Pumas-Puebla, hace gala de practicar aquella primicia de: "primero ser conductor y luego autoridad", ya que sus señalamientos los hizo oportunos y con buen soporte reglamentario.
Destaca con las dos amonestaciones al portero poblano Cristian Campestrini, y no temblarle la mano
para expulsarlo por persistir en retardar la reanudación del juego; inclusive añade el tiempo perdido por la tarjeta roja mostrada.
Si sostiene la Comisión que los de mejores calificaciones repiten en la siguiente jornada, seguramente lo veremos en la cuarta.