Amables aficionados: el comisionado de la NFL, Roger Goodell, ha iniciado ya una travesía que le quita el sueño y que consta de los siguientes pasos: inquietud, temor, miedo, pánico y, finalmente, terror.
¿De qué? De que existe la posibilidad de que tenga que entregar el trofeo del próximo Súper Tazón a quien ha perseguido alevosamente durante un año, a Tom Brady y a su equipo, Nueva
Inglaterra.
Como recordarán, Goodell ha y sigue gastando millones de dólares de dinero de la Liga en estudios y gastos legales, tratando de suspender a Brady por unos supuestos balones subinflados que nunca pudo comprobar.
Una vendetta nunca antes vista en la historia de la NFL y que pinta de cuerpo entero a un comisionado cuya existencia depende de su inflado ego y de sentirse martillo viendo clavos en todos lados.
Como me dijo un jugador de Pittsburgh, "¿qué puede entender de la realidad de este deporte una persona que recibe 70 millones de pesos mensuales de sueldo, y que nunca pisó activamente el terreno de juego?"
Regreso a la travesía mencionada al inicio. La inquietud le entró a Goodell cuando el juez federal de primera instancia falló a favor de Brady, y los Patriotas empezaron a ganar.
Lo apoderó el temor cuando Nueva Inglaterra ganó su división y pelea el primer sitio del listado.
Le entrará el miedo si esto último se logra, ya que significa que los Patriotas jugarán en casa todo el Playoff.
Entrará en pánico si Nueva Inglaterra gana el título de la AFC y avanza al Súper Tazón, para finalizar aterrorizado durante las dos semanas previas a ese encuentro por la posibilidad de tener que entregarles el Trofeo Lombardi.
Para su fortuna, Goodell tiene fuertes aliados en contra de esa posibilidad. Pittsburgh y Kansas City, los dos comodines, van a llegar a la postemporada con rachas impresionantes de partidos ganados consecutivamente y puntos anotados por encuentro.
Además están los actuales líderes divisionales Cincinnati y Denver, que no son oponentes sencillos.
Y por el otro lado, en la NFC, están los tres grandes, Carolina, Seattle y Arizona, que aunque se eliminarán entre sí, el sobreviviente llegará con credenciales imponentes al juego final.
Todos los equipos mencionados se considerarán favoritos sobre los diezmados Patriotas, que en el último conteo tenían ya a 14 jugadores en la lista de lesionados, fuera por el resto de la campaña.
Y sin embargo, ahí está la posibilidad desvelando al señor Goodell.
Por ahora, hacemos una pausa...
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