Gran partido

José Ramón Fernández
en CANCHA


Señoras y señores, se acabó el futbol, se acabó la Liguilla.

Qué mejor que una Liguilla dramática, espectacular, muy bien jugada por Pumas en la vuelta, mal jugado el partido de ida. Tigres jugó bien en casa y mal fuera, pero conforme iban cayendo los goles de Pumas se fue haciendo una competencia real con fortaleza, espíritu, honor, fervor de sus colores azul y oro.

Cayó el primer

gol, el segundo, el tercero y Ricardo Ferretti iba cambiando su cara, se empezaba a poner serio, enojado, irritado, y metió cambios para reforzar el medio campo y vino la posibilidad del cuarto gol que hubiera sido el campeonato para Pumas, el remate de Fidel Martínez que desvía espectacularmente el portero de Tigres y Nahuel Guzmán salva en ese momento a su equipo.

En el tiempo extra, Pumas cede el balón nuevamente a Tigres, que marca gol por conducto de André-Pierre Gignac; todavía regresa Pumas con un gol de Gerardo Alcoba a un par de minutos del final y ahí se van a los penales.

Quien llegó más concentrado, con fuerza física, mentalmente más preparado para los penales fue Tigres, y metió cuatro por dos de Pumas, y se coronó campeón.

Felicidades a la afición felina, a los jugadores, a los directivos que los recibieron como héroes y serán el equipo consentido por un buen rato de la afición de Monterrey.

Gignac, quien consiguió un subcampeonato con el Olympique de Marsella, fue la figura. Ahora es campeón del futbol mexicano, tras meter 15 goles entre Liga y Liguilla.

Llegó en el Apertura 2015 desde Francia, demostró que es un futbolista que juega bien, que quería ganar la Copa Libertadores y se quedó a las puertas de conseguirlo. Quería ganar la Liguilla y por poco no lo logra, pero un gol de él le devolvió la vida a su equipo.

A Pumas hay que agradecerle el gran esfuerzo que hizo en la temporada, fue líder, no tiene el presupuesto de Tigres, América o Monterrey, pero es un equipo que da la cara, pelea y tiene mucho amor a su tradición futbolística, a su familia futbolística, a sus seguidores entusiastas y a su estadio.

Pumas dio un gran partido, merecía mejor suerte. La losa pesada del 3-0 en la ida la fue suavizando hasta emparejarla, después vino la decisión final.

Pasará a la historia el reencuentro de Pumas con el futbol y tendrá que prepararse seriamente Guillermo Vázquez y sus jugadores para reforzarse rumbo a la Copa Libertadores.

Terminó la Liguilla, terminó el futbol, descansemos un poco, hasta enero.

 
 
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