Para los primeros partidos de la Liguilla, los designadores le dan la responsabilidad a dos de los líderes en cuanto a designaciones, con lo cual nadie podrá cuestionar esos nombramientos, pues se hicieron acreedores a ellos.
César Ramos conducirá América-León, el cual puede resultar arbitrable en cuanto a sancionar las faltas, pero tomando en consideración que se debe preparar mas no
predisponer con Rubens Sambueza, así como las protestas de los americanistas Aguilar (Paul y Pablo), así como las de Miguel Samudio.
Con respecto a Fernando Guerrero, pitará mañana Veracruz-Pumas, el cual no tendrá problemas si no pone en práctica su comodina actitud para conducirlo.
Una designación que llama la atención es la de Érick Yair Miranda para Tigres-Jaguares, dando la impresión de que los designadores quieren justificar el gafete FIFA que portará el próximo año, pese a que no atraviesa por un buen momento.
En el último partido de ida mandan a Luis Enrique Santander, para Puebla-Toluca, la cual considero que es adecuada; dejando para los juegos de regreso a José Alfredo Peñaloza, Francisco Chacón, Roberto García Orozco y Jorge Isaac Rojas; ya que Óscar Macías, aparte de aquel desastroso trabajo en Atlas-Tigres, en la última jornada en León-Dorados su trabajo dejó mucho que desear y sólo lo usarán de cuarto, igual que a Jorge Arturo Pérez, Paul Delgadillo y Miguel Ángel Flores, siendo los 12 convocados.
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