San Cadilla
en CANCHA


Negociaciones tensas
 
Se acerca diciembre y con ello las presiones para el área operativa del América, pues algunos jugadores estarán en el estira y afloja para renovar sus contratos o alargar algunos de ellos.

Uno de los temas que está en la mesa de las discusiones es la renovación del capitán Rubens Sambueza, quien no quiere firmar por un año, pues espera cuando menos dos,

situación que tiene algo tensas a las dos partes, porque las Águilas cuentan con políticas institucionales muy claras en el sentido de no firmar por más de un año a quienes rebasan los 30 años de edad.

Además, las indisciplinas en la cancha en que se ha visto envuelto Rubens en este torneo tampoco son algo que ayude mucho, por lo que tendrá que sacar lo mejor de su futbol y olvidarse de las tarjetas si es que quiere seguir presionando con argumentos reales.

Incluso tendrá que aplicarse para que tampoco le vengan sobrecargas musculares al por mayor porque ese punto tampoco es algo que le ayude mucho, sino más bien refuerza la idea de no que no quieren extenderle el contrato a un jugador que por su edad se la pasa más tiempo en la zona de rehabilitación que en el terreno de juego.

 
 
¿Todo saldado?

Pues la directiva de Jaguares podrá decir que ya pagó a los jugadores el sueldo pendiente, los futbolistas y hasta su entrenador podrán señalar también que todo quedó saldado, y hasta podrán presumir de que ganan de visitante al líder y toda la cosa.

Pero ya en la realidad, unos jugadores y otros miembros del staff de Jaguares, me refiero a gente que trabaja en la preparación de los partidos del equipo, como a llevar cosas y demás, me comentaron, y por separado para que quede claro, que no es del todo cierto, que a muchos todavía no les cubren el total de la deuda, y que incluso ésta va más allá de mes y medio o dos meses, que fue lo que se supo que estaban peleando durante la semana previa al juego contra Pumas.

Y lo peor, que ya son varias ocasiones en que, para tratar de cubrir un poco los atrasos, los directivos llegan con tal o cual trabajador del club (aquí se incluye también a los futbolistas) y como para que aguanten un poco les dan mil, 2 mil, 3 mil pesos, así en efectivo, y se los ponen en la mano con la promesa -casi siempre incumplida- de que pronto vendrá lo demás.

Ahora sí que la directiva del cuadro del sureste paga en abonos chiquititos para tratar de calmar las aguas cuando se ponen turbulentas y así llevársela, por lo menos así ya van al menos tres meses.

Claro que quien hable de esto o se atreva a ir a la Comisión de Controversias, pues corre el riesgo de que le caiga la guillotina.Por ahora todos a cerrar filas y ya se verá si por diciembre hay dinero para el pavo de Navidad.

 
san.cadilla@reforma.com