De los ocho lugares disponibles para la Liguilla, CUATRO parecen estar ya separados.
Para fines prácticos, en esa fase final ya pueden ser apuntados los Pumas, el Toluca, el América y el León.
Después están los otros cuatro que actualmente ocupan "zona de clasificación" pero no tienen para nada garantizado sitio alguno: los Tigres, el Puebla, el Veracruz y el Monterrey.
Como
junto al Monterrey hay otros cuatro igualados en 17 puntos (los Jaguares, las Chivas, el Morelia y el Atlas), es evidente que la clasificación sigue estando al alcance de cualquiera.
De hecho, en estos momentos para 17 de los 18 participantes sigue siendo posible esa cifra de 25 puntos que seguramente garantizaría un boleto.
Cosas de este peculiar sistema de competencia que a tal grado premia a la mediocridad.
El mensaje es muy sencillo: puedes nada más "irla llevando" durante 14 ó 15 jornadas y apretar un poco en las dos o tres últimas para meterte a una Liguilla en la que ya se sabe que a final de cuentas cualquiera es campeón gracias al equilibrio de fuerzas, debilidades e inconsistencias.
¿Y si sólo clasificaran los seis primeros y a los dos mejores se les otorgara el pase directamente a las Semifinales?
Entonces habría mucho más justicia deportiva y mayores incentivos para la permanente búsqueda de la excelencia.
Pero también menos lana, al haber menos partidos de Liguilla, menos taquillas y menos transmisiones con todo lo que éstas conllevan.
Y como sobre todo en nuestro futbol es el dinero el que manda...
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