En cuatro jornadas más terminará el torneo regular y a diferencia de las campañas mas recientes en las que varios lugares se definieron en la última jornada, los líderes están muy adelante respecto al pelotón.
Los Pumas han tenido una campaña consistente, convincente y abundante en buenos resultados. Su triunfo del sábado en León es de los denominados triple A: de visitante, con un rival
calificado y con un alto grado de dificultad.
León, fuerte en casa y caricaturesco fuera de ella, escenificó con los del Pedregal un partido emocionante, de alternativas y múltiples llegadas a gol de uno y otro lado. Ganó quien lo merecía para afianzarse en la punta de la tabla. Pumas, por cierto, enfrentará a tres rivales menores -por lo menos están fuera de la línea de clasificación- antes de medirse al América en una suculenta última jornada que se espera desde ahora. Chiapas y Querétaro en casa y una salida a Tijuana le van a acumular millas a los universitarios pero no deberían tener problema para ratificar su gran torneo.
Toluca, el segundo en la clasificación, lleva seis partidos sin saber de la derrota. Volvió a contratar buenos refuerzos a la primera: lleva rato que los Diablos son asertivos en sus importados y han hecho sólido un plantel que parecía írsele de las manos a Cardozo el torneo pasado. Con los ajustes necesarios, el Diablo es protagónico y se revalúan todas las áreas de su estructura.
América y León tienen tendencias parecidas: ambos han ganado tres juegos y perdido otros tantos en sus últimos seis. Enfrentarán la recta final con la necesidad de confirmarse para la gran fiesta y con el deseo de terminar en el mejor lugar posible de la Tabla.
León recibe muchos goles: 26 son una grosería en los 13 partidos jugados para un equipo con las aspiraciones esmeraldas. De cualquier manera, su poderoso ataque -sólo Pumas ha marcado más tantos que ellos- ayuda a mantenerse en posiciones de vanguardia.
Del octavo al decimocuarto lugar hay solamente tres puntos de diferencia, pero la distancia entre ese paquete y el líder es de nueve o más unidades en promedio. El final volverá a ser frenético y seguramente con decisiones de último momento una vez más.
La jornada fue acompañada de un nuevo triunfo de una Sub 17 en el marco de un Mundial: el dos a cero es un marcador que suena bien cuando es favorable porque implica una distancia importante sin recibir ninguno en contra.
El partido tuvo sus momentos pero en general México fue mejor y ganó merecidamente. Iniciar con una victoria en el "Grupo de la Muerte". La ilusión de volver a triunfar con esas generaciones es inevitable.
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