Finalmente llega el partido durante tanto tiempo esperado.
Frente a frente, los máximos representativos del futbol de México y de Estados Unidos, en cancha de éste y con público de aquel.
Aunque sea más importante ese otro partido en el que la otra Selección va contra el conjunto canadiense por el olímpico boleto, la atención la acapara el enfrentamiento con el acérrimo adversario
estadounidense.
En disputa, el ansiado boleto para la Copa Confederaciones del 2017.
Ciertamente, sobre todo en el caso de la escuadra mexicana el primordial interés en asistir a ese torneo tiene mucho más que ver con el beneficio económico que con el deportivo... pero de algo sirve inscribirse en él.
Si no es para tratar de competir al tú por tú con alguna de las verdaderas potencias en ese escaparate premundialista que poco a poco ha ido adquiriendo mayor valor, por lo menos para demostrar que en la concakafkiana zona la Selección Mexicana sigue siendo, a pesar de los pesares, la de más elevado potencial futbolístico.
Para cumplir con el gran objetivo en el tercero de sus cuatro partidos (por mucho el primero en importancia, por no decir el único), Ricardo Ferretti deberá optar por alguna postura intermedia entre dos puntos: el de su forma de entender el juego, y la que más o menos venían enarbolando los tricolores bajo la dirección de Miguel Herrera.
Como el tiempo de trabajo ha sido poco para pretender plasmar en la cancha todo eso que requiere de muchos entrenamientos y partidos, y que tan bien ha sabido plasmarlo Ferretti en los equipos que ha dirigido, en esta ocasión deberá remitirse a lo que más o menos dominaba este equipo antes de su llegada en calidad de emergente.
Para aspirar, por ejemplo, a un rendimiento similar al alcanzado hace unas semanas ante el representativo de Argentina.
Con un desempeño de ese nivel bastaría para resolver favorablemente este compromiso ante la siempre competitiva, pero en sus más recientes actuaciones inestable escuadra estadounidense.
A$í podría con$eguir$e e$e boleto larga y an$io$amente e$perado.
A ver si lo consiguen.
gomezjunco@reforma.com
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