Detractor número uno
Juan Carlos Osorio parece pera de box y quien no se cansa de pegarle es Hugo Fernández, ex directivo del Puebla.
De sobra es conocido que la relación entre ambos empezó con el pie izquierdo en La Franja a finales de 2011.
Cuentan que al ex dirigente le molestaron las manías con las que llegó el colombiano.
Para empezar, Osorio no
quiso que el club hiciera pretemporada en playa, por lo que, a la primera que el equipo se cayó en lo físico, Fernández le echó la culpa al DT.
Después, cuentan que Osorio quería erradicar las concentraciones y reunir a la plantilla horas antes de los juegos, pero Fernández puso el grito en el cielo y echó para abajo la propuesta.
Para colmo, el padre de Osorio estuvo delicado de salud y el entrenador pidió dos días para ir a Colombia, pero se fue una semana.
Con todo esto, se pueden dar una idea de por qué Fernández, acérrimo detractor del técnico, ha sido una de las voces más críticas por el fichaje para el banquillo del Tri.
Lo hacen chillar
Me contaron que se armó un bello pleito allá en Puebla, producto de una de esas veces en que un directivo cree saber más de futbol que su propio entrenador.
Resulta que en el último juego de La Franja en casa, cuando Cruz Azul se acercó 2-1, el director deportivo Walter Fleita se puso taaan nerviosito, que le dio por "asesorar" al técnico Pablo Marini, y que le empieza a gritar desde el palco a uno de los auxiliares para que metiera a Ezequiel Rescaldani.
Como ni lo pelaron, se acercó a la banca e insistió a uno de los asistentes que metiera a Rescaldani, ya a grito pelado y manoteando.
Esta vez, el auxiliar sí escuchó, y raudo y veloz fue a decirle a Marini, quien metió a Rescaldani a cinco minutos del final, sacrificando a Luis Gabriel Rey.
Vino una jugada en la que un cementero remató ante la floja marca de Rescaldani con tal suerte de que no cayó el empate. Marini hizo tremendo coraje y echó una mirada a las alturas para ver si alcanzaba a ver al directivo.
Pero aquí viene lo bueno: tras el partido, en la zona de vestidores, hubo quienes vieron llorando a Fleita tan a moco tendido, que los mismísimos López Chargoy tuvieron que llevarse a su director deportivo hacia una zona apartada para tratar de calmarlo.
Diiicen que entre sollozos les contó que, en cuanto pudo, Marini se le fue encima para reclamarle por meterse en su trabajo y dar una orden "tan, pero tan pendeja", lo que provocó el llanto de Fleita.
Así que a tooodos mis amigos directores deportivos que les fascina creerse entrenadores... mídanle a sus calenturas, no me los vayan a hacer chillar como a Fleita.
san.cadilla@reforma.com