Amables aficionados: hoy terminamos esta serie de colaboraciones enfocándonos ya en el tema: ¿viene una crisis en la NFL por falta de mariscales?
El columnista Kevin Clark, en un excelente artículo en el Wall Street Journal, ha puesto el dedo en la llaga.
Comenta que, por muchas décadas, el ritual anual cuando se acercaba la Selección Colegial eran las entrevistas a los
prospectos.
Hablando de mariscales, los cuestionaban sobre qué hacer en determinadas circunstancias, como atacar ciertas formaciones defensivas, etc., y las respuestas variaban, mejores o peores dependiendo de la preparación del jugador.
Pero, SIEMPRE HABÍA RESPUESTAS. De unos años para acá, lo que se tiene son miradas en blanco de los muchachos, y sus comentarios giran alrededor de que nunca les enseñaron nada de esto.
Efectivamente, la mayoría de las universidades usan ahora un tipo de ataque sin cónclave, con formaciones desparramadas, con casi puro ataque aéreo y mínima o nula estrategia.
Su finalidad es hacer jugadas en serie hasta agotar a la defensa contraria, y ahí tenemos los resultados de 50-47 en tantos partidos colegiales.
Los nuevos mariscales están empezando a llegar a la NFL con brazos potentes, pero sin la más mínima idea de cómo se ataca a una defensiva particular, y mucho menos cómo hacer ajustes ni entender los puntos finos de su posición.
Es un problema grave, la NFL es una Liga que basa su éxito en los mariscales y el abismo actual entre el juego universitario y el profesional no augura nada bueno.
"No les están enseñando nada", comenta el entrenador de Búfalo, Rex Ryan, y ¿qué entrenador tiene cuatro años para enseñar a un mariscal novato a que entienda el nivel profesional?
De aquí a cinco años se irá la generación actual de estrellas: Manning, Brady, Brees, Romo, Rivers, Palmer, Ryan y quizá hasta el segundo Manning.
¿Quién los va a sustituir? Es la pregunta del millón de dólares.
Los universitarios de la actualidad aprenden a jugar damas a velocidad, mientras que la NFL requiere maestros en el ajedrez.
Cabe la pregunta, ¿por qué las universidades tienen que darle gusto a la NFL mientras estén obteniendo buenos resultados?
Es cierto, la verdad es que el número de jugadores colegiales que llegan a la NFL es minúsculo.
Y ahí está el detalle, como diría ya saben quién, quizá la NFL tenga que crear una liga de desarrollo para preparar adecuadamente a sus prospectos.
Eso ya les tocará a otros comentarlo.
Por ahora, hacemos una pausa...
fvonrossum@reforma.com