Al realizar las designaciones arbitrales, los encargados de ellas siguen en el mismo plan de darle continuidad a los silbantes que en cierta medida salieron avantes en la jornada de media semana.
Destaca que repiten a los novatos Adonai Escobedo y Fernando Hernández, dándoles su tercer juego en la Máxima División, pero que tienen su grado de dificultad: Querétaro-Tijuana y Monterrey-León,
respectivamente, que si logran hacer un trabajo del nivel realizado, no habrá forma de pararlos.
Por otro lado, es sorpresivo que repitan a Fernando Guerrero, no obstante no haber expulsado a Matías Vuoso por el golpe que le propinó con el codo en la cara a Felipe Baloy al minuto 58. ¿Será porque no influyó en el resultado?
Otra sorpresiva es la de José Alfredo Peñaloza, quien en León-América no expulsó a Miguel Samudio por aquella entrada con los dos pies sobre Elías Hernández siendo un juego brusco grave flagrante.
Culminan esas sorpresivas designaciones con Óscar Macías, quien tampoco influyó en el resultado de Monarcas-Pumas, pero sí sancionó 38 infracciones sin aparecer la tarjeta por persistir en infringir las reglas, sobre todo con los universitarios que cometieron 23.
Por último, ¿no es riesgosa la designación de Érick Yair Miranda para el juego América-Jaguares? Dada la sensibilidad de los americanistas con respecto al uso de las tarjetas en los partidos anteriores.
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