Parecía el bueno, pero Sergio no pudo levantar a un Cruz Azul cansado de esperar.
En el momento menos propicio por avecinarse una fecha de media semana, la directiva decide removerlo y colocar en su lugar a un interino. En menos de 48 horas, Joaquín Moreno tenía que preparar el siguiente partido.
Escribir sobre Bueno es anticuado porque hace tres días que ya no dirige a La Máquina,
que además jugó ya su partido de la Fecha 11. En el futbol, en el que todo corre tan rápido, eso es una eternidad.
Pero citar los factores que volvieron a afectar el desempeño del equipo puede ser mas vigente. Por una u otra causa, en La Noria se suele contar con los refuerzos cuando la campaña ha iniciado ya.
Se habló mucho de Tomás Boy para tomar el cargo. Indudablemente es de lo mejor que hay con disponibilidad en el medio de entrenadores. Sin embargo, todo se detuvo -o no sucedió- porque en la directiva hay quien piensa que necesitan a alguien que no combine tan bien con el comportamiento institucional precisamente porque se necesita un cambio radical, y otra postura es la de que a ciertas pautas filosóficas no se debe renunciar.
Como en otros casos, el perfil del nuevo entrenador es apenas uno de los factores que influirán en el futuro de un equipo. Ocurre como con la Selección Nacional: han desfilado personajes de todos los colores sin que el resultado haya sido realmente distinto en ningún caso. Con diferentes tonalidades, se sufre siempre en las Eliminatorias y se llega al cuarto partido. Desde el 94 ha sucedido así.
Lo fundamental en un equipo es el material del que disponga, de la estabilidad directiva que posea y de la paciencia de que haga gala para decidir refuerzos y movimientos en el plantel, así como cuando y cómo apoyar a su técnico.
El Olympique de Lyon de Francia decidió diseñar un modelo en el que su filosofía y el director deportivo fueran más importantes que su propio técnico. De la manera de pensar y operar dependerían todas las decisiones a tomar, aun si el DT no estuviera de acuerdo.
Siete títulos consecutivos con tres diferentes entrenadores demostraron que el modelo funcionaba. Luego se abandonó por diferentes motivos.
¿Cuántos equipos del futbol mexicano tienen una filosofía por escrito que respeten sus mandos superiores y medios? ¿La Selección Nacional la tiene, más allá de los delatores resultados que boicotean cualquier intención a mediano plazo?
Los técnicos seguirán pagando el pato, sea cual sea su nombre. Por muy efectista o hasta efectivo que sea el siguiente, serán víctimas de cosas que no pueden controlar.
Por eso el desfile continuará.
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