Tercera llamada

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: aunque no hay que deducir mucho de los primeros partidos, como dice Bill Belichick, "el primer mes es la pretemporada, pero ya con los titulares", del encuentro del jueves podemos atisbar algunas tendencias.

La primera es que Pittsburgh va a tener una ofensiva formidable y deberá llegar lejos una vez que tenga su plantel completo, y la segunda, que Nueva Inglaterra no

va a ganar juegos con su defensa, se vieron muy inferiores al año pasado.

Hoy entramos ya de lleno a la campaña 2015. Atrás, sin olvidar, quedó aquel triunfo de Dallas en Playoff sobre Detroit, cuando inexplicablemente los oficiales levantaron el pañuelo dando reversa a un castigo que hubiera podido dar la victoria eventual a los Leones.

Atrás, omitido pero presente, queda la "no atrapada" de Dez Bryant contra Green Bay que hubiera metido a los Vaqueros al juego final de la Conferencia, y nunca soslayado igualmente el increíble revés de los Empacadores ante Seattle, cuando ganaban por 12 puntos faltando solo 5 minutos para concluir el encuentro.

Además relegado, aunque siempre presente en la conciencia colectiva de una ciudad, ese último minuto del Súper Tazón, cuando los Halcones Marinos, teniendo al corredor más poderoso en la Liga, decidieron lanzar un pase, escribiéndose así la historia de ese dramático encuentro.

Están guardados también en el cajón del rencor las inverosímiles formaciones extrañas, legales pero irreconocibles, con las que Nueva Inglaterra eliminó a Baltimore de la postemporada, e igual de ardido el recuerdo en Indianápolis por la paliza recibida por parte de los Patriotas que les impidió llegar al Súper Tazón y cuyas consecuencias iniciales fueron la denuncia ante la Liga de los balones supuestamente desinflados.

Ahora que cuando estos equipos se enfrenten en esta temporada afloren esas memorias aciagas para servir de aliciente, adelante, ya que como decía Buck Canel, "esto se va a poner bueno".

El otro rumor fuerte que valdría la pena comentar viene de varias fuentes de la NFL y coincide en una notable disminución en la potencia de lanzar de Peyton Manning.

Quienes lo han visto lanzar en los entrenamientos y pretemporada se han sorprendido de los esfuerzos que tiene que hacer para lograr, algunas veces, las distancias de antaño.

Manning mismo acaba de confesar que no siente las puntas de los dedos de la mano derecha, y ahora si, quizá, haya que disfrutar ver por última vez en acción a este grande entre los grandes.

Entonces, tercera llamada, comenzamos.

Por ahora, hacemos una pausa...

 
 
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