El defensa no aguantó más y salió en defensa del defensa. Luego el defensa tuvo que pedir una reunión de prensa para defenderse de los dichos del defensa y defender a su vez su derecho a ser derecho y a decir lo que quiere decir, pese a que perjudique a la defensa que los que lo defienden quieren hacer.
Gerard Piqué salió silbado de su último partido con la Selección española y su colega
del Real Madrid, Sergio Ramos, primero lo defendió y luego dejó abierta la puerta para que los simpatizantes merengues ampliaran sus dedicatorias.
El defensa culé pidió a su club que le permitiera dar una conferencia de prensa para dejar en claro sus puntos de vista: que no le importa que lo chiflen y que si hay algo que quiere en el mundo, es que el Real Madrid siempre pierda.
En estos momentos de sensibilidad política que vive Cataluña todo lo que pueda escucharse, o verse, como un ataque a un independentista catalán, como Piqué, huele a "compló".
Y, qué bueno que Piqué, que también lleva en su sangre el apellido Bernabéu, comentara que los silbidos son más por la rivalidad Barsa-Madrid y que no cree que sus detractores lo señalen por su militancia independentista.
Ayer, los catalanes que quieren separarse de España llenaron las calles de Barcelona por cientos de miles y el defensa del Barsa y de La Roja estuvo entre la multitud. "Como todos los años", prometió durante su comparecencia mediática.
Asimismo, dirigentes, futbolistas y entrenadores azulgranas participaron en los homenajes cívicos que conmemoran el día en que la ciudad cayó, tras un sitio de 14 meses, en manos del ejército borbón y perdió su independencia.
En medio de la polémica con Piqué, el técnico catalán del Bayern Múnich, Pep Guardiola, fue blanco de las críticas del Ministro del Interior del Gobierno español por su postura política. Jorge Fernández dijo que formar parte de la planilla independentista demuestra que cuando jugó por la Selección española "debía de ser no por interés precisamente patriótico, sino seguramente crematístico, porque de algunas personas ya sabíamos que el Dios que tienen es el dios del dinero".
Guardiola no dejó enfriar el juego y retrucó que siempre había estado orgulloso de vestir La Roja y que nunca lo hizo por un motivo económico. "De haber existido un estado catalán habría jugado para Cataluña, pero no era viable y la Selección me convocaba, iba, jugaba y quería ganar".
Dicen en el vestuario del Barsa que Piqué es un pedazo de pan y un niño grandote siempre dispuesto a hacer una broma. En la cancha también hace sus berrinches como el de la Copa del Rey que le ha costado quedarse fuera al comienzo de la Liga. Justifica sus irreverencias públicas: "Uno no siempre va de traje y corbata, a veces va en bañador y chancletas".
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