La efímera felicidad

Francisco Javier González
en CANCHA


Durante unos cuantos días dejará de ocupar nuestra atención la Selección mexicana.

El regreso del torneo de Liga este viernes y la cantidad de goles que está acostumbrando regalarnos emociona y motiva.

El Tri, sin embargo, seguirá trabajando en la elaboración de la siguiente lista que es la más importante del año por el partido contra Estados Unidos y en la búsqueda del sustituto de

Ferretti. O más bien, el entrenador permanente al que "Tuca" está supliendo.

La actuación colectiva frente a Argentina y las individualidades que destacaron en ambos partidos de la gira hacen esperar el futuro con más optimismo. Varios jugadores parecen regresar al nivel esperado y otros vendrán más afinados por la actividad a la que volverán pronto y que deberán darles, como al "Chícharo", el filo a la puntería que contra la albiceleste no existió.

Que Brasil haya goleado a Estados Unidos y México tuviera a Argentina en la bolsa a falta de diez minutos para el final no dice nada.

Ningún partido se parece a otro y las comparaciones por el desempeño frente a terceros es algo de lo más inútil que existe.

Con sólo dos ensayos, llenos de bajas por lesión, será interesante saber si existe en la convocatoria de octubre algún nombre diferente a los de ahora. La lógica diría que, como lo que no se ensaya no se juega, añadir otro nombre para la formación titular que tenga en la cabeza Ferretti es poco probable, por mucho que las cualidades de "Gio" se extrañen.

Parte de lo que logró el Tri frente a los argentinos fue alimentar su confianza y el compromiso de un grupo que tuvo solidaridad y resistencia física admirables. Salvo por lesiones y contingencias indeseables, no deberíamos esperar novedades.

Hablar de Ferretti como técnico definitivo para el seleccionado en este momento, se parece a ir de compras al súper con hambre: claro que se antoja ponerlo en el carrito para no dejarlo salir.

Pero eso no es ni suficiente ni tampoco posible: las posturas están claras.

El futuro imaginario de Ferretti sería el mismo que sus antecesores. En ese puesto, las alas y aureolas se intercambian por cuernos y trinches con una velocidad teatral. Al primer revés importante, nos dejará de caer bien.

La historia se repite una y otra vez y seguirá sucediendo lo mismo en este exigente e ingrato mundo del futbol: el calor de los resultados no es buen consejero ni para el que opina ni para quien decide. La dictadura del marcador es absoluta y no tiene miramientos ni por los méritos en campaña que alguien haya acumulado. Suele importar sólo el día de hoy.

Como pese al empate estamos de buenas, viva el "Tuca". Mañana será otro día y vamos contra los primos del Norte.
 
 
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