Se trepa al ladrillo
Para triunfar en el futbol no sólo hay que tener talento, hay saber manejarlo.
El tan sobado caso de la joven promesa que se pierde en el camino al convertirse en diva apenas le llegan los primeros frutos de la chamba tuvo su versión MX en los Pumas.
Y es que algo así le pasó a Alfredo Saldívar en el torneo pasado cuando, por la lesión de Alejandro
Palacios, fue el arquero titular.
No pongo en duda que el "Pollo" supo estar a la altura del puesto. El problema fue que, apenas le dieron la posición, que se me trepa gacho al tabique, al grado de sentirse la última Coca Cola en el desierto.
Entre su lista de poses de diva, el portero dio a conocer que, para solicitar una entrevista con él, había que contactar a su representante, Eduardo Hernández, y no al departamento de prensa de los felinos, como se hace con el resto de los jugadores, entre ellos el capitán y cuatro veces campeón Darío Verón.
Bueno, el problema de alzarse tanto para Saldívar fue que, una vez que el "Pikolín 2" estuvo de vuelta, le devolvieron su puesto en el 11 inicial y el "Pollo" fue a dar hasta el lugar de tercer portero, pues Yosgart Gutiérrez suele ser quien juega la Copa MX.
Ojalá y que esta lección ayude a Alfredo a recuperar piso y, si algún día vuelve a ser titular, que lo maneje de mejor manera.
Lo extraño es que hoy en día, el teléfono del representante no suena absolutamente para nada que tenga que ver con el "Pollo".
Como club chico
En los viejos tiempos, muchos clubes del interior de la República aprovechaban las visitas de los grandes -América, Chivas y Cruz Azul- para declarar el "Día del Club", y con ese pretexto subir lo que les diera la gana los precios de las entradas a sabiendas de que, como se bloqueaba la señal de televisión en la ciudad en cuestión, garantizaban llenos a reventar sin importar el aumento que le hicieran al boletaje.
Con la aparición de Internet, la TV por cable y otras bellezas tecnológicas, esa costumbre menguó con el paso de los años, y aunque hay muchos clubes que lo siguen haciendo, lo que me sacó una carcajada la semana anterior fue ver que quien lleva a cabo esa práctica es ahora un supuesto equipo "grande".
Desde el Apertura 2014, Cruz Azul decidió subir de manera considerable (por no decir inexplicable) los precios para su partido ante Pumas de la Jornada 16, duplicando el valor en algunas zonas.
Aquella vez se apreciaron por primera vez en mucho tiempo huecos en la tribuna del Azul para un juego que solía llenarse.
Ponle que la cosa no era dramática, pero este año, en el Apertura, la visita del América trajó el mismo fenómeno: entradas muy caras y desprecio de una afición ya bastante castigada, que no se enganchó y prefirió ver la debacle por televisión.
La pregunta ahora es: ¿Lo harán de nuevo para el juego del 19 de septiembre contra Pumas?
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