¿Qué, te da miedo?
Quien pareció salir con algo de temor al Estadio Omnilife y no en su planteamiento táctico, sino en su exposición ante las cámaras, fue Ricardo La Volpe, pues volvió al territorio chiva después de su toalla-gate en Verde Valle hace ya más de un año.
El "Bigotón" se asomó sólo una vez del refugio de su banca para levantarse a dar una indicación, porque el resto del
partido se la pasó sentado, meditabundo, con cara de "¿Qué equipo me tocó dirigir mamita querida?", sin las reacciones que siempre lo caracterizaron hasta para ajustar sobre la marcha cuando a su equipo le apedreaban el rancho.
Digo, al ver cómo de todas todas Omar Bravo le ganaba las espaldas a Gerardo Venegas o que su portero, Jorge Villalpando, en cada pelota escurría mantequilla, cualquiera se desanimaría desde los primeros minutos.
La Volpe no sólo trató de mostrarse poco ante sus críticos y el entorno del que fue echado hace un año, sino que además mandó al yerno, Rafael García, a la conferencia de prensa para evitar las preguntas incómodas como su proceso legal con la podóloga (quien todavía labora en Verde Valle) o el engancharse con declaraciones revanchistas.
Si el La Volpe que se vio ayer en el Omnilife, desanimado y de nula reacción es el que quería dirigir al Tri de nueva cuenta, entonces Jorge Vergara tenía razón y ya no tenía perfil ni de candidato.
Roban a silbantes
Donde de plano se pasan en no poner un candado a la puerta, una cadena más fuerte, algún policía o de plano a un guarura con lente negro y cuerno de chivo en mano es en el Estadio Banorte, de los Dorados de Sinaloa, donde el sábado al cuerpo arbitral poco faltó para que lo dejaran hasta sin chones.
Y eso porque a los ladrones en Culiacán que se metieron al vestidor de los árbitros para sustraer sus pertenencias no les interesó la ropa del silbante Luis Enrique Santander y sus asistentes, José Santana, Salvador Saldívar y Adonai Escobedo, pero sí relojes, carteras, aparatos electrónicos, tabletas y celulares, por lo que la cédula tuvieron que redactarla a la antigüita, con pluma y papel.
Con decirles que hasta tuvieron pedir aventón al hotel, porque ni para el taxi de regreso les dejaron.
Lógicamente, los árbitros levantaron la denuncia correspondiente, pero tuvieron que llamar a su nuevo Jefe, Héctor González Iñárritu, esa misma noche, para pedirle apoyo en su regreso al DF.
¿En esos casos, cómo aplicará el reglamento de sanciones para un estadio sin vigilancia?
Un misterio más que debería resolver el Doctor Chunga, como los llevados le dicen a Enrique Bonilla, director de la Liga MX.
'Chicharito' en alemán
El que ahora sí podría caer en blandito (y sin resbalarse, como le pasó el jueves con el Manchester al cobrar un penal) es Javier Hernández, si se confirma su llegada a la Bundesliga vía el Bayer Leverkusen.
El cuadro de las aspirinas, que apenas cuenta con dos delanteros nominales, tras la venta de Son Heung-min al Tottenham y sólo uno de ellos un punta fija, como Stefan Kiessling, podría al menos en el papel garantizarle más minutos en la cancha al tapatío que clama por ya no ser calientabancas.
El Leverkusen es un club estable, competitivo y que ahora busca dar el salto de calidad de la mano del DT suizo Roger Schmidt, de estilo agresivo y no tan rocoso como cuando pasó por ahí Andrés Guardado.
La decisión del "Chicharito" de dejar un club extremadamente presionado por ganar como sea y con Louis van Gaal, un técnico que no suele confiar en su gente, a simple vista resulta acertada y alentadora para su futuro inmediato.
Ya sólo dependerá de él y de que no la riegue.
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