Política y Futbol

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Muchas similitudes pueden encontrarse entre el futbol y otros ámbitos.

Entre el futbol y la política, por ejemplo, una y otra vez salta a la vista la semejanza de los mecanismos que mueven a quienes mandan.

Quien no sabe, no quiere o no puede hacer lo necesario para mejorar las cosas que le corresponde mejorar, por lo menos debe dar la impresión de que algo está

haciendo.

Hace apenas unas semanas, en la Federación Mexicana de Futbol se dio a conocer oficialmente la "nueva estructura", con varios intercambios de posiciones, un retorno largamente anunciado y etiquetas distintas para desempeñar las mismas tareas.

En el puesto más alto se reafirma a quien realmente ya estaba ahí, y quien presidía a las Selecciones Nacionales pasa a presidir la Comisión de Arbitraje, para que quien ahí estaba de cualquier forma siga colaborando en lo que vaya ofreciéndose.

Además, el traslado del Secretario General de la FMF hacia una "dirección operativa" en Selecciones Nacionales, el brinco de quien era auxiliar del técnico para convertirse en director deportivo, y el regreso, pero ahora como flamante Secretario General, de quien hace algunos años había estado un poquito más abajo.

Para recordarnos ese aroma de FMF que a veces sale de Los Pinos, y para no quedarse rezagado en lo de hacer como que hace algo para en realidad no hacer nada, este jueves el atribulado Presidente de México presentó su maquillado gabinete, "reestructurado" en el supuesto afán de "entrar en una nueva etapa, con mucha más fuerza, con un gobierno renovado que buscará seguir luchando por el México que todos queremos".

Con ese loable propósito en mente (como si alguien así lo creyera) al hijo de un ex Presidente lo pasan de dirigir un banco a dirigir la Secretaría de Turismo, y a quien ahí estaba la mandan al frente de Relaciones Exteriores, para que quien de ahí sale se encargue del Desarrollo Social y quien estaba en esa SEDESOL se estrene en la SEDATU; por no hablar de quien pasa de ser coordinador a ser Jefe de la Oficina de la Presidencia, o de quien después de encargarse de la vivienda se encargará de la salud.

Tanto entre los futboleros de pantalón largo como entre los políticos de ideas cortas, seguimos viendo a los mismos pero acomodados en diferentes lados.

Todos ellos, como maquiavélicos y modernos gatopardos, cambiando y haciendo como que cambian para con eso lograr que todo siga tristemente igual.

¿No les parece que algunas similitudes entre política y futbol están como para alarmar a cualquiera?

A mí, sí.

 
 
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