San Cadilla
en CANCHA


El Puma número 1
 
Tal parece que Alejandro Palacios extrañó tanto jugar futbol en el primer semestre del 2015 por su lesión en el hombro, que ahora en su regreso quiere disfrutar como todo un canterano.

Además del buen rendimiento que ha tenido en la portería de Pumas, el "Pikolín 2" trae un romance cantado con la afición universitaria, con la cual festeja los triunfos con

mayor vehemencia que el resto del equipo.

Tras la victoria ante Pachuca de la Jornada 5, el arquero agradeció el apoyo de los seguidores que viajaron al Estadio Hidalgo junto a todo el plantel, pero una vez entonada la "¡Goya!", se quedó y ya solito siguió la fiesta con la tribuna, regalando incluso sus guantes.

El domingo en el Estadio Olímpico Universitario sucedió algo similar, pues luego de agradecer junto a sus compañeros tras la victoria ante Dorados, se acercó lo más que pudo a la tribuna del Pebetero y convocó a una "¡Goya!" más, acto que repitió en el lado del Palomar antes de entrar al vestidor.

Vaya que el "Pikolín" ha sabido aderezar su regreso a las canchas con una buena relación con la tribuna.

 
 
Como con 'Tita'
 
Ariel Nahuelpán era una bomba de tiempo.

Ahora que el delantero fue suspendido temporalmente del Pachuca, salieron a la luz sus trapitos, ya que de unos días a la fecha andaba de mírame y no me toques.

Si bien a cualquiera le molesta dejar el alma en la cancha y aun así tragarse seis derrotas al hilo, desquitarse golpeando a Miguel Herrera Equihua definitivamente no fue lo mejor.

A Nahuelpán nadie le dijo que pese a ser el goleador del equipo, con seis anotaciones, la directiva de Grupo Pachuca es muy estricta cuando se pelean entre sus integrantes, y si no que le pregunten a Tita y a Francisco Gabriel de Anda cuando, por agarrarse a golpes en el León, perdieron sus respectivas chambas.

 
 
Todo malo para Bueno
 
A Sergio Bueno nada le está saliendo dentro del campo y ahora ya ni afuera...

El viernes, al entrenador de Cruz Azul literalmente le llovió sobre mojado, pues además de la paliza 4-2 que les dio Gallos en La Corregidora, apenas a los 20 minutos y con el diluvio cayéndole encima, el árbitro César Ramos le exigió que se colocara una casaca verde, quesque para no confundirse con los futbolistas locales, porque la chamarra que llevaba era de color negro.

El problema es que la prenda de Bueno no era un impermeable, sino un mega chamarrón, que provocó que el entrenador tuviera que retorcerse como gusano para poder meterse la casaca.

Al otro día no pude evitar acordarme de la escenita cuando vi que, en el Estadio Azteca, el técnico de Veracruz, Carlos Reinoso, andaba bien campante con su chamarrita roja, del mismito tono del uniforme de sus escualos, y el silbante Fernando Guerrero ni por aludido...

Me queda claro que cuando traes el santo de espaldas, ni aunque te apellides Bueno...

 
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