Una mujer tuvo mucho que ver en el capítulo final de la novela del verano del Barcelona: Pedro se marchó, no al Manchester United de Van Gaal, sino al Chelsea del archienemigo culé José Mourinho.
El pase del jugador canario, el más caro de los "productos" de la Masía, se dio en forma fulminante y cuando todos veían a Pedro deshojar la margarita entre Barsa y ManU, "me quiere, no me
quiere", apareció el "yo me lo quedo" de los Blues.
La negociación por parte del equipo londinense la dirigió Marina Granovskaia, tal vez la mujer más poderosa en el mundo del futbol. Ella es, desde hace unos años, la responsable de cerrar las contrataciones que el área deportiva determina. Juan Mata, Fernando Torres, Radamel Falcao, David Luiz, Eden Hazard, Cesc Fábregas y Diego Costa han sido parte de la cosecha de la rusa-canadiense, considerada la mano derecha del millonario Román Abramóvich, dueño del Chelsea desde 2003.
La prensa inglesa también la señala como la clave en la recontratación de Mourinho, quien se había alejado de los Blues en 2007 enfrentado con el patrón. Granovskaia supo mantener el contacto permanente con el portugués y cuando los jugadores y los fanáticos reclamaron su regreso a Stamford Bridge, ella tenía la forma de reconstruir la fórmula del éxito.
Desde que egresó de la Universidad de Moscú, a los 22 años, comenzó a trabajar para Abramóvich en su empresa petrolera. Hoy, casi a los 40 años, está en la cúspide del Chelsea tras haber pasado primero por el departamento comercial y luego por el financiero.
Su imagen es comparada con la de una Primera Dama, pero detrás de su amabilidad, belleza y sonrisa está un corazón duro para las negociaciones. La prensa cita un supuesto incidente en la renovación del capitán John Terry. Al estancarse la firma del contrato dicen que le dijo al rudo: "O lo tomas o vete al diablo". Terry sigue siendo el capitán.
No se sabe dónde está la magia, qué la hizo tan poderosa, "la jefa de jefes", pero su estilo de trabajar manteniéndose en un segundo plano y sin querer convertirse en una celebridad la ha hecho efectiva. Por ejemplo, Abramóvich lleva 12 años sin hacer una declaración pública respecto al club y Granosvkaia apenas tiene una página de Facebook abierta en su momento pero inactiva. Aparecen tres temas de interés: un restaurante en Rusia, una página de alimentos orgánicos y naturales, y la página del ex jugador brasileño del Barsa, Juliano Belletti (¿?).
"Es el poder detrás del trono en el Chelsea. No hay duda de quién manda, pero tampoco de quién hace que las cosas ocurran", confió una fuente allegada al periódico gratuito Evening Standard.
"Ella sabe lo que quiere".
No hay duda. Ahora Pedro gritará los goles abrazado con Mourinho, gracias a Marina.
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