Atención de primera
Vaya que el Estadio Hidalgo no es sólo uno de los mejores en México en cuanto a estructura y funcionalidad, también en atención.
Luego que el sábado pasado Darío Verón tuviera que dejar el partido entre Pachuca y Pumas por un golpe en la cabeza, la prioridad del equipo médico que acudió al encuentro fue la salud del defensa felino.
Ya
terminado el cotejo, un paramédico fue al vestidor visitante para hablar con Antonio Acevedo, doctor de los felinos, respecto al estado del zaguero auriazul, pues por lineamientos, los Tuzos contemplan que cuando hay un accidentado en el duelo, la ambulancia y su equipo deben permanecer el tiempo necesario por si se da una complicación, sin importar la playera que vista el lesionado.
Afortunadamente, lo de Verón no pasó de un mareo y por ello el médico felino le agradeció al socorrista las atenciones tomadas. Ése sí es un comportamiento de primera.
Lana al Ascenso MX
Pues mientras se define quién entra o no al Tricolor como técnico sustituto del malogrado Miguel Herrera, las cuestiones del dinero no dejan de moverse en el futbol mexicano.
Bajémonos del nivel de la Selección al ámbito del Ascenso MX, que siempre da tumbos por la cambiadera de equipos en casi cada torneo.
Con todo y todo, el circuito de ascenso poco a poco ha tratado de mejorar en su organización, aunque todavía en su nivel futbolístico no hay mucho para envidiar y mucho menos en el comportamiento de algunos de sus elementos, como vimos con los jugadores del Necaxa que tienen a un chavillo en estado de coma en un hospital.
El tema es que por fin parece que el circuito se hizo apetecible, si no para la afición y la prensa, sí para un patrocinador que está a punto de inyectarle un buen billete y poner su nombre a la competencia, como ya sucede con la Liga MX y la Copa MX.
Muy pronto se estará mencionando el nombre de una institución bancaria cada vez que haya alguna referencia al Ascenso MX.
A quienes les brillaron los ojitos fue a los clubes, sobre todo a aquellos de reciente creación como Cimarrones, Tapachula o Murciélagos, y también a los de presupuesto limitado, que esperan que les salpiquen un poco de los billetes (o aunque sea monedas) del patrocinador, en espera de que en unos años también se reflejen en un mejor nivel en la cancha.
Así que es cuestión de unos cuantos días para que el Ascenso MX también se infle y presuma a su patrocinador.
Ojalá que sirva de algo para que ya no haya tanto cambiadero de franquicias en cada temporada, porque si algo va a querer el patrocinador será seriedad en donde está invirtiendo.
Y no, no es el que le da nombre a la Liga MX, y me dijeron que su máximo competidor tampoco, así que hagan sus apuestas.
san.cadilla@reforma.com