En la madrugada del 28 de agosto de 2014, me encontraba en un salón lleno de expertos que me miraban fijamente, a mi lado un reloj que marcaba 5, 4, 3, 2, 1, y escucho una voz: "Temerario, es tu turno, Jaime, te toca".
Sin pensar dos veces, con total seguridad digo: "Julio Jones, wide reciever de Atlanta".
De inmediato un largo e incómodo silencio.
De pronto, la tensión se
rompe.
"¡Jajajajajaja!", ríen todos.
"¿Qué no sabes que Julio se lesionó la semana pasada en un entrenamiento y quedó fuera de la temporada?
"Lo sentimos. Por regla, te quedas con ese jugador y suerte en la siguiente ronda", me dicen.
En ese momento desperté. Todo era una pesadilla.
Vi mi reloj y faltaban 15 horas para el draft, pero mi cerebro estaba conectado con ese momento desde muchos días antes, analizando ya desde la pretemporada a cada posible prospecto para mi equipo de Fantasy Football (FF).
Se acercan apresuradamente las fechas de los tan esperados y muy divertidos drafts de las ligas de FF.
Los más audaces y divertidos buscan un lugar en el que puedan reunirse físicamente todos los integrantes de la liga, para hacer una gran fiesta y un rito alrededor del evento.
Por ejemplo, la Liga de los Ansiosos, una de las más antiguas y prestigiadas, se reúne año con año en una extraordinaria sala de juntas de uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México.
En dicho evento, entre la botana, cena, papeles y revistas, cada participante enfundado en la playera de su equipo preferido de la NFL se dispone a demostrar que éste es su año.
El evento comienza haciendo el debido homenaje y entrega del trofeo al campeón del torneo pasado, para que éste lo cuide durante todo el año.
El orden del draft se determina tomando en cuenta la tabla de posiciones en que los equipos terminaron el torneo anterior.
El último lugar elige al primer jugador de la ronda inicial del draft, el penúltimo al segundo, y así sucesivamente hasta llegar al campeón, quien tendrá la última selección de dicha ronda pero la primera de la siguiente, y así progresivamente, a manera de serpiente, hasta completar 15 rondas.
Se da un tiempo corto y razonable a cada participante para su selección, y evidentemente cada jugador seleccionado sale del pizarrón.
Aquellos que no fueron seleccionados pasan al mercado de agentes libres para que durante la temporada, puedan ser contratados, previo corte de algún elemento que hagan los participantes de sus equipos, puesto que cada roster tiene un límite de 15 jugadores.
Después de esta última ronda se establece el calendario semanal de partidos, es decir, en ese momento sabremos cuál será el equipo virtual al que enfrentaremos la primera jornada, al de quién en la segunda, y así sucesivamente.
En otras ligas no clásicas, el draft es diferente, pues cada competidor tiene una determinada cantidad de dinero ficticio para completar su equipo y los jugadores se van subastando (Auction Draft).
La imaginación y las carteras de los aficionados al FF son los únicos límites para el desarrollo logístico del draft, puesto que hay desde aquellos que simplemente se conectan en línea con sus rivales de liga y en menos de una hora terminan la selección, hasta quienes hacen todo un viaje para el evento, por ejemplo, la ciudad de Las Vegas es uno de los lugares favoritos para realizar el famoso draft.
Hasta aquí, un poco de la fiesta y reglas del draft, pero en la siguiente columna hablaremos de la preparación y estrategia para la selección en esta temporada.
Para profundizar más sobre la liga de FF sígueme en @cuartaygol ó en cuartaygol.com.