Los Tigres desperdiciaron una magnífica oportunidad... y para no variar se quedaron en la orilla.
Ante un River Plate con mucho más historia que presente, pero perfectamente consciente de lo que estaba en juego, los pupilos de Ferreti volvieron a mostrar que no están hechos para finales como ésa.
Como otra vez fueron sus mejores jugadores los que menos jugaron, a nada podían aspirar
ante un adversario con menor potencial pero con cada uno de sus integrantes jugando a tope.
Más allá de preguntar qué tanto hubiera crecido el prestigio del futbol mexicano con la obtención de ese título de campeón de la Copa Libertadores que con todo merecimiento se quedó en Argentina, tal vez la pregunta obligada sea otra.
¿Cuentan el futbol mexicano y su Liga MX con las bases, la estructura y el nivel necesarios como para incrementar las probabilidades de éxito de sus equipos en torneos tan importantes como la Copa Libertadores?
Evidentemente no, y sólo mejorando esas bases, fortaleciendo esa estructura, corrigiendo muchas cosas y elevando el nivel de juego puede aspirarse a una mayor frecuencia de finales de ese torneo jugadas por equipos mexicanos... y a que ya no resulte sorpresivo ganar algunas.
Pero como para establecer esas condiciones todavía falta un rato, si es que algún día se establecen, por lo pronto seguiremos con el futbol en el que nos tocó vivir.
Por eso ahora, tanto los Tigres como sus seguidores e incluso muchos otros aficionados mexicanos deberán realizar la transición inevitable.
De los sueños libertadores, a la mexicana realidad de la Liga MX.
Veremos si ésta, a partir de la tercera jornada que ya se juega, va entusiasmándonos a todos poco a poco.
gomezjunco@mural.com
Twitter: @rgomezjunco