"Si terminas en segundo, quiere decir que eres el primer perdedor".
Tiger Woods, seguro así pensaba en sus buenos días...
Solo ha pasado una semana y aquí me encuentro hablando otra vez del golf femenil juvenil mexicano, podría ser aburrido tener que leer tantas cosas buenas, pero es golf noble, fraterno y de poca controversia, aunque claro está que si le buscara
algo encontraría.
María Fassi, María Balcázar, Evelyn Argüelles, quienes recién jugaron el US Girls, junto con Isabella Fierro, ganaron la Junior Americas Cup, reflejando la solidez por la que pasan las niñas.
En Wyoming, las mexicanas ganaron por tercer año al hilo. El torneo reúne a 18 equipos del oeste de EU, México y Canadá.
Es la segunda vez que México logra tres títulos seguidos, de 1997 a 1999 se completó la hazaña con Lorena Ochoa al frente del equipo. La semana pasada, Fierro, a sus 14 años, impuso el liderazgo necesario. Sus scores de 71, 73, y 72 le dieron al grupo consistencia y seguridad; era normal que sus compañeras mostraran signos de cansancio.
He insistido que nos perfilamos a ser protagonistas en escenarios de clase mundial; hoy encontramos en el Ranking Mundial Amateur a 19 mexicanas en el top mil y con amplias posibilidades de mejorar en calidad y cantidad.
El buen ejemplo, organización, y toma de decisiones ya permea. Entender y aplicar las responsabilidades en los procesos está dando forma a la nueva cara del golf mexicano. No es fácil conjugar la participación de las partes en el desarrollo del golf competitivo.
Hasta hace unos cuatro años, las decisiones para otorgar beneficios o dar lugares de representación estaban amañados entre directivos de Asociaciones y la Federación Mexicana de Golf (FMG), y eso hizo que las jugadoras o los padres no confiaran, disputarán y pelearan... hoy no se puede argumentar que eso suceda.
Hoy se sigue un lineamiento para dar las oportunidades según el tipo de torneo y compromiso a las jugadoras que cumplan con el perfil. Para los torneos de competencia individual, la FMG tiene forma de trasladar lugares a jugadoras que soliciten ir a torneos internacionales. Para los de field más selecto o de invitación envía a jugadoras de mayor calidad o que necesitan exposición para mejorar en los rankings y lograr becas. Para los torneos más importantes, selecciona a las mejor preparadas para el cargo, como lo fue para La Copa de las Américas.
Las buenas decisiones no pueden recaer bajo un sistema absoluto o por lo que diga un ranking, sino por el uso del criterio (entiéndase "dedazo") sustentado en conocimiento, hasta ahora ha sido bien usado.
El 2016 es un año grande para el golf nacional al ser anfitriones de los Mundiales, por lo que ya se debe estar poniendo una visión y metas a lograr, y según se piense lo que se puede alcanzar se debe seleccionar, afortunadamente habrá mucha tela de dónde cortar.
Hasta el próximo green.
rafael.alarcon@mural.com
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