Por debajo de los reflectores

Rafael Alarcón
en CANCHA


"Nunca le eché mala vibra a un oponente, pero tampoco le eché porras".

Arnold Palmer, Profesional de Golf
 
 
Mi amable foursome de lectores no tiene por qué saber desde donde estoy escribiendo estas líneas, pero sí saber que mi afecto por St. Andrews es "Major"; justo donde se jugó el Abierto Británico la semana pasada, aunque haya terminado ayer.

Es una emoción

indescriptible ver que un torneo de tan mayúscula importancia se juegue donde un servidor ha jugado torneos de gran envergadura, nunca me tocó jugar el Abierto Británico, pero sí en la Copa Alfred Dunhill Cup, magnífico torneo entre países en los años 90.

Este año St Andrews mostró una cara razonable, en verano el campo es muy accesible por más que el viento haga presencia, la temperatura es muy diferente cuando se enfrenta a 11 grados que a 2 ó 3 en octubre, cuando se jugaba la Copa Dunhill.

En la "Casa del Golf" se esperaba que se escribieran unas líneas más de las gran historia de este fabuloso deporte si Jordan Speith ganaba su tercer "Major" al hilo y se daba la oportunidad de conseguir el "Gran Slam" del golf, algo que nadie ha podido hacer en tiempos modernos -ganar el Master, el Abierto de Estados Unidos, el Abierto Británico y el PGA Championship en un mismo año-.

Speith está jugando de forma maravillosa, con una facilidad especial y que poco impresiona se mete en la pelea de cualquier torneo. Pareciera que juega sin esfuerzo o sin hacer algo especial, simplemente la regularidad y habilidad de meter putts valiosos lo ponen en la pelea.

Pero en Escocia fue el mismo putt el que le impidió calcar esas rayas. En los cuatro días tuvo un total de 6 tres-putts y un cuatro-putt. Al final un angustioso bogey en el dificultoso hoyo 17 y no hacer birdie en el hoyo final lo dejaron un golpe fuera de las horas extras por la "Jarra Claret".

Con un score de 15 abajo de par terminaron Zach Johnson, Martin Leishman y Louis Oosthuizen, quienes después de terminar en menos 15 se fueron a un desempate con score stroke play agregado sobre los hoyos 1, 2, 17 y 18, los cuales Johnson los jugó en uno abajo del par para vencer a sus dos rivales.

Johnson es lo que se le llama un guerrero que pasa por debajo de los reflectores, por increíble que parezca tiene en su haber 11 torneos del PGA Tour, incluyendo un Masters y ahora un Abierto Británico.

Un solo golpe impidió jugar el desempate o dos ser un campeón directo a un Speith que se está confirmado como el jugador que borrará la era de Tiger Woods, efectivamente tendrá unos súper rivales en Rory Mcllroy y Ricky Fowler y quien se agregue en el camino. Sólo veo que el golf profesional inicia una mejor era.

Hasta el próximo green
 
 
rafael.alarcon@mural.com
Twitter: @ralarcon2009