Obligados a mejorar

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


La Selección Mexicana inicia mañana su participación en una Copa Oro a la que aparentemente llega lejos de su nivel óptimo.

Al enfrentar al modesto representativo de Cuba, los tricolores de Miguel Herrera tratarán de acercarse a esa "normalidad futbolística" que les permita asumir en este torneo su natural condición de favoritos.

Porque a pesar de los pesares, la escuadra mexicana

parece estar destinada a pelear con la estadounidense por el título en esta competencia.

Los dos máximos ganadores de este torneo (seis para México y cinco para Estados Unidos), casi casi los únicos, deberían enfrentarse en la Final si la lógica se impusiera, aunque podrían ser particularmente los ticos quienes lo impidieran.

Por lo pronto, para llegar con buenas probabilidades de éxito a las instancias en las que verdaderamente estará en juego ese título, el conjunto mexicano deberá aprovechar al máximo la allanadísima Primera Fase que le tocó encarar.

Mañana ante los cubanos, y después ante guatemaltecos y trinitarios, cualquier resultado que no sea el triunfo sería vergonzoso para los tricolores, que en realidad deben encarar esos compromisos como accesibles ensayos de cara a los siguientes.

Jugar ante los débiles como deberán hacerlo ante los fuertes (hablando en términos concakafkianos, por supuesto), para así recuperar el terreno perdido en esa fase de preparación que no fue o no pudo ser cabalmente aprovechada.

Más que pensar si existe o no la obligación de ser campeón en este torneo, lo que sí puede decirse es que existe el gran compromiso, la permanente responsabilidad (además del enorme privilegio) de jugar como debe hacerlo el máximo representativo de nuestro balompié.

Por más que se hayan reducido las distancias, ante adversarios cuya infraestructura futbolística es inferior (sólo la estadounidense sería más o menos comparable con la mexicana), sería imperdonable no reflejar esa diferencia en cada actuación.

Para reflejarla, los tricolores están obligados a mejorar... para después ver si con eso les alcanza.

 
gomezjunco@reforma.com
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