¿Dónde andan?
Como muchos se habrán dado cuenta, con el problemón que se vino en la FIFA y principalmente en la Concacaf y la Conmebol por los sobornos y malos manejos, los que se quedaron como dirigentes ni siquiera han asomado las narices en los lugares y momentos en que solían enseñar la mazorca para salir bien chulos en las fotos.
Me refiero en concreto al presidente
de la Confederación Sudamericana, Juan Ángel Napout, de quien no se sabe si incluso estará o no a la hora de premiar al ganador de la Copa América, o le dejará todo al gobierno de Chile y ahí que se hagan bolas.
Y lo mismo se vislumbra para dentro de poco en la Copa Oro, porque ya sabemos que el presidente de la Concacaf, Jeffrey Webb, fue uno de los detenidos en la redada en Zúrich del mes pasado, y quién sabe si el sustituto Alfredo Hawit cargará con el paquete del torneo o qué pasará.
La cuestión es que los directivos que supuestamente no tienen cola que les pisen y se quedaron en lugar de los que andan en líos, como que se andan escondiendo y no quieren viajar a otro país, no vaya a ser la de malas de que los "confundan".
Y en medio de todo eso, yo me preguntó: ¿Dónde anda Justino Compeán? Porque creo que sigue siendo el presidente de la FMF, y ahora que el Tricolor estuvo en la Copa América, no se le vio públicamente por allá, y tampoco ha asomado su blanca cabellera ahora que a Miguel Herrera le ha ido como en feria con lo del papelón en Chile y sus tuits políticos.
Una cosa es que esté por irse y otra que ni se despida... y después de que no se asomó por Chile ¿se animará a ir a EU, justo a donde muchos directivos no quisieran ni asomarse?
Ídolo hasta el último rizo
Guillermo Ochoa dio una muestra el domingo pasado de lo mucho que aprecia a sus fans, dándose el tiempo de atenderlas en plena concentración.
Un grupo de 20 chicas se aglomeraron en la Terminal 2 del aeropuerto capitalino, con todo y pastel, a la espera de que llegara el arquero nacional, quien de antemano les dijo que lo esperaran en los elevadores que llevan al hotel ubicado en la parte de arriba.
Pero como la seguridad del hotel se puso medio "punk", las chicas no pudieron entrar al lobby y temieron que la misión fracasara.
Pero justo en el momento adecuado, Ochoa salió al rescate para pedirles que se lanzaran mejor al estacionamiento del hotel y que ahí las recibiría, promesa que cumplió cabalmente.
En el jolgorio, las fans le dieron a Memo un pastel de cumpleaños adelantado, pues el 13 de julio va a estar en plena Copa Oro, y Ochoa, a cambio, les regaló la sonrisa que las mantiene embelesadas pese a que ya hace cuatro años que se fue de México.
san.cadilla@reforma.com