En el mercado de los fichajes, ciencia no hay.
¿Cuáles son los jugadores buenos? ¿Cuáles son los mediocres? ¿Cuáles son los que encajan? ¿Cuáles no? ¿Qué precio es prudente? ¿Cuál es una locura?
Si usted quiere personificar a Florentino Pérez, Román Abramóvich, Alejandro Rodríguez o a Luis Miguel Salvador, el FIFA PlayStation es una interesante alternativa porque permite, aparte de
disputar partidos virtuales, armar equipos fichando y vendiendo jugadores.
Créame, la mayoría de los niños y jóvenes se entusiasman más con la experiencia comercial que anotando goles con los botones. No conceptualizo algún presidente en el futuro sin una interacción de prolongadas horas durante su niñez con este videojuego.
¿Qué diferencia hay con la realidad? El niño, al igual que el directivo, cuanto más dinero tiene disponible, más caprichos se da. Si confrontamos los paralelos, hoy los menores de edad tienen igual o más información para tomar decisiones que algunos reconocidos dirigentes.
Y aunque los adultos presumen experiencias, en esto del futbol aún es fecha que, en el intento por compensar las miserias del torneo anterior, el factor riesgo no disminuye.
Veamos la ligas donde los supuestos genios comerciales operan. En julio del 2009 el Real Madrid presentó a Kaká procedente del Milán, cuando el brasileño se encontraba en el top del mundo y ya era Balón de Oro. La operación fue de 65 millones de euros.
Ese mismo día también Cristiano Ronaldo saltó al Bernabeu por 29 millones de euros más (94), siendo la apuesta del brasileño la más segura.
Zlatan Ibrahimovic fue señalado como el mejor futbolista de la Serie A en dos ocasiones y máximo goleador de la liga con el Inter. El Barcelona lo adquirió por 47 millones de euros, más los derechos de Samuel Eto'o. Doce meses después, por 24 millones, se fue al Milán.
En un precio récord para el futbol inglés (75 millones de euros) Di María llegó al Manchester United, que necesitaba alguien con quien ganar la Champions. Hoy, el argentino está en venta. Y el fichaje bomba del verano 2013 fue Gareth Bale en 91 millones de euros. Y el galés no tarda en salir del Madrid.
Y de este lado del continente, América compro a Peralta y Quintero por 26 millones de dólares. Tigres trajo a Gignac por 8, más otro tanto de sueldo por 4 años. Por Jürgen Damm y Esqueda, Pachuca recibió 3 millones de dólares, más Burbano y Hugo Rodríguez.
Monterrey desembolsó 4 millones por Funes Mori. Querétaro quiere repetir el golpe mediático con Robinho. ¿Alguien sabe si los que llegan mejoran al equipo? ¿Si los que se van, lo empeoran? ¿Qué diferencia hay entre un directivo y el niño que se embelesa con un videojuego?
PD. He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño.
Joseph Heller, escritor norteamericano.
Lo escrito, escrito está.
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