Oportunidad desperdiciada

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


La Selección Mexicana, que a final de cuentas no llegó ni a "B", se despidió de la Copa América con una merecidísima derrota.

En el decisivo partido ante los ecuatorianos, estos desconcertados tricolores de Miguel Herrera ofrecieron la peor de sus actuaciones y culminaron una participación de la que sólo pueden ser más o menos rescatados aquellos primeros 45 minutos ante los anfitriones

chilenos.

En realidad, los de pantalón corto sólo se encargaron de cristalizar ayer un fracaso gestado desde hace meses por los de largo.

Un magnífico escaparate futbolístico lamentablemente menospreciado y desperdiciado. Al buscar "la de oro" enseñaron el cobre, y aun queda por verse si son capaces de obtener el título en ese modesto torneo concakafkiano al que se le dio tal preferencia.

Así, como si fuera la crónica de una eliminación previamente anunciada, muy pronto se despidieron los descoloridos tricolores de esta importante competencia sudamericana.

Una Copa América en esta ocasión aderezada, entre otras cosas, con el "episodio" de Arturo Vidal, estrella chilena que en pleno torneo "aprovechó" un descanso para tomarse algunas copas y terminar estrellando su lujoso coche en el primer obstáculo que se le atravesó.

Ante ese imperdonable acto de indisciplina, Jorge Luis Sampaoli desperdició la magnífica oportunidad de demostrar que es algo más que un simple director técnico de futbol.

Pisoteando valores esenciales que deberían ser defendidos desde este juego, el entrenador de los chilenos se remitió a "pensar" qué le convenía a su equipo en el corto plazo, y no en el verdadero bienestar del futbol en general, y de la Selección de Chile como institución supuestamente comprometida con dichos valores.

Si eres figura chilena puedes transgredir las leyes como se te antoje y ser todo lo prepotente que te nazca ante cualquier autoridad y ante el mundo entero... siempre y cuando metas goles o ayudes a meterlos.

Es ése el vergonzoso mensaje derivado de la falta de Vidal y de la incapacidad de Sampaoli para castigarla como ameritaba.

¿Cuándo aprenderán algunos que éste futbol es un hermoso juego que hay que saber jugar dentro y fuera de la cancha?

En México y en todos lados, algunos nunca.

 
 
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