Venezuela y Jamaica ya mostraron sus credenciales en la Copa América. Los primeros ya abandonaron desde la edición anterior el puesto que en la Tabla de Posiciones de Conmebol parecía estar acomodada por orden alfabético: siempre era el último lugar.
Jamaica fue ordenada y a Uruguay le costó enorme trabajo vencerle. El patito feo de la Copa tiene más atributos de los que se habían
presupuestado.
La pregunta entonces nos toma como presuntos culpables: ¿Será que Bolivia es el plantel más limitado del certamen, o que México, incapaz de ganarle pese a haberlo presionado sobre el final, puede cargar con tal "distinción"?
Aunque la respuesta que encontremos será relativa, tiene poca vigencia. El Tri enfrenta hoy a Chile y saldrá al paso de las dudas para resolverlas o para ampliarlas.
La ausencia de Rafa Márquez por lesión permite a Miguel Herrera pensar en cambiar su parado defensivo. O entra el "Topo" Valenzuela para tomar su sitio, o bien prescinde de un central para funcionar de una manera diferente a la que le gusta al técnico nacional.
Jugar contra el anfitrión no será necesariamente un factor determinante. Desde que el futbol mexicano juega Copa Libertadores, Copa América y exporta a algunos de sus futbolistas, el pánico escénico no amenaza como antes. Varios saben ya lo que es ganar en tierra ajena.
El problema real es futbolístico. México padece por la falta de tiempo para alistar un seleccionado nuevo que se mide a otros que ya tienen años funcionando.
Contra Bolivia acusó esa falta de entendimiento que paraliza; de esa carencia de conexión en sus circuitos que solamente Vuoso, Corona en algunos instantes y Aquino cuando ingresó, trataron de enderezar con su capacidad individual de desequilibrio.
¿Qué tanto habrá podido avanzar en sus trabajos el Tri con un par de prácticas más? Lo sabremos hoy. A veces un equipo se conecta porque sí y empieza a mejorar dramáticamente de un partido al otro. Y a veces no se conecta nunca. Muchos factores tienen que ver con ello.
Jorge Sampaoli, DT de Chile, ponderó las cualidades del Tricolor en su conferencia de ayer. Lo analizó bien y tomó buena nota de las virtudes que el resultado tapa porque es lo más importante.
Pero el Tri sí es dinámico, sí es intenso, tiene recorridos cortos, y reconvierte rápidamente cuando gana y pierde el balón.
La historia dice que México suele crecer conforme un torneo va avanzando y eso puede suceder hoy, pese a enfrentar al rival más duro de la Primera Ronda: al dueño de la fiesta.
Pidamos que juegue mejor, que se atreva y que juegue concentrado. Que se encuentre como el equipo que todavía no es.
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