Los Tigres cayeron frente a la exigencia de la historia, misma que nunca está satisfecha. Pero entre los caprichos del destino, a sus aficionados se les apareció la crueldad.
El equipo de Ferretti practicó durante 180 minutos un futbol soso. En la ida y vuelta, Rafael Sobis apenas ejecutó dos disparos a puerta, Guerrón tres, Esqueda uno, Damián otro y Lugo ninguno. Paradójicamente, la
eliminación la selló Djaniny Tavares que, desde su llegada a México (30 partidos), apenas contabilizaba 4 goles.
Aunque destaco que el de Cabo Verde dominó como quien abraza a un bebé uno de esos balones semejantes a un globo aerostático en trámite de desplome, dejando en el camino al "Patón" Guzmán, que antes ya había bloqueado dos mano a mano.
En equidad, no olvidemos que gracias a otro "globo aerostático", Guerrón también marcó el gol del empate en Torreón.
La eliminación se produjo por una acumulación de causas, entre ellas el marcado deterioro colectivo para manejar la pelota. El discurso de pases malos, recepciones defectuosas y decisiones erróneamente tomadas por los jugadores con la pelota en los pies, fue la constante.
A partir de esa realidad, podemos especular todo lo que usted quiera. Bueno, hasta hay quien afirma que debieron jugar con suplentes, reclamo que se traduce a iniciar con Viniegra, Carreño, Briseño, Castillo, Espericueta, Escoto y Uvaldo Luna.
Y para regocijo de esos que pueden llenar los Pronósticos Deportivos después de efectuarse el juego, si los Tigres no sacan el martes frente al Emelec un resultado conveniente, "ipso facto" apuntarán que los titulares estaban fundidos por jugar el sábado pasado.
Sin afirmar o negar que el desgaste físico puede manifestarse, sólo tomemos en cuenta que los mejores ya aguantaron dos rondas seguidas de tres partidos por semana: 5 de marzo contra River Plate, 8 de marzo ante UdeG, 11 de marzo en Oruro, 14 de marzo frente a Pachuca, 17 de marzo ante San José y 20 de marzo contra Santos.
En la actualidad, ¿a quién se le puede ganar si se juega mal?
Ahora, Ricardo Ferretti tiene que trabajar en lo anímico. En Libertadores van invictos y si recuperan la capacidad de jugar bien, aún pueden alcanzar lo que ningún equipo mexicano ha alcanzado.
Que el pecado de los Tigres siga siendo el intentar vencer la exigencia de la historia.
Y de repente, las Chivas se convirtieron en el favorito para ganar el Clausura 2015. Siendo esto posible, también lo veo probable. Aunque como bien dice Andrés Clariond R: "Nadie tiene por anticipado un lugar en la historia".
PD. Con el no veto en Santos, la FMF dejó abierta una brecha por la que seguirán colándose actitudes bestiales. Y ayer en el Jalisco se demostró. ¿No cree usted?
Lo escrito, escrito está.
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