Como el mismo Homero escribió: "Por fuerte que sea el hombre, a la larga se agota".
En el caso del equipo de Ferretti -a partir de ayer- la aventura se compone de ocho posibles partidos en 19 días. Y esto prorrateado en diferente medición, implica jugar cada 57 horas en promedio. Pero para incrementar el grado de dificultad al ya de por sí complejo reto, su propia afición le agregó una
exigencia: 100 por ciento de prioridad a la Libertadores.
De entrada, no existe en el amplio mundo del futbol, un desafío tan ingrato. Nuestra selección olímpica, por ejemplo, ganó en Londres superando 6 partidos en 18 días, mismos que se tradujo a jugar cada 72 horas, con la diferencia de no viajar fuera de la capital inglesa. Otro torneo relámpago podría ser la Copa del Mundo que, en Brasil 2014, Alemania y Argentina avanzaron hasta el séptimo partido en 32 días; o sea, uno cada 110 horas en promedio.
¿Cómo se planea algo así? ¿Quién tiene una formula comprobada de cómo hacerlo? De hecho, los aficionados y muchos periodistas pedían desde el inicio del Clausura 2015 guardar a la mayoría de los estelares para sólo usarlos en Libertadores, amparando su consejo bajo el falso mandamiento del: "no se pueden jugar dos torneos con un solo cuadro titular". Pero Tigres prácticamente ignoró el precepto y, desde el 18 de febrero que iniciaron con la doble competición, en 20 partidos (8 de Libertadores, 12 de Liga, más uno de Liguilla), ya han sumado 11 victorias, 6 empates por sólo 3 derrotas.
Pero aquí es donde hay que abrir un paréntesis para analizar lo que sigue. ¿Dejo a los titulares en reposo para sólo usarlos en los dos compromisos que faltan en Libertadores? De hacerlo así, por un lado cumplirían con la petición de su afición, pero por el otro, los mejores no jugarían en por lo menos los siguientes tres juegos de Liguilla. Donde, de entrada, para eliminar al Santos aún requieren empatar 0-0, 1-1 o cualquier victoria para avanzar.
¿O, vuelvo a jugar con el cuadro estelar el sábado frente a los laguneros, amarran Semifinales de Liga y viajan con los suplentes a Libertadores, donde de antemano se sabe que con transpiración más huevos, el alternativo puede conseguir el resultado?
En lo personal, calculo que dividir en dos un plantel largo, sólo provoca crear dos equipos cortos, donde uno es de menor calidad. Y vuelvo a recapitular: faltan 5 juegos de Liguilla y dos de Libertadores.
Para ganar el mayor número de partidos, según mi lógica, el mayor número de estelares debe jugar el mayor tiempo posible. Y en este caso, implica jugar sólo dos de los siete partidos posibles con el cuadro menos bueno. Aunque para cumplir con el mandato de su gente, entiendo que desde el sábado deben despreciar la Liga. ¿No cree usted?
PD. La ilusión no se come, dijo ella.
No se come, pero alimenta, replicó el coronel. (Gabriel García Márquez)
Lo escrito, escrito está.
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