Corría el minuto 7, cuando Piatti tomó el balón contra la línea de meta, giró, dejó atrás a tres americanistas, ingresó al área, sirvió para Romero, quien de similar forma eludió a otros dos, encaró a Muñoz y tocó suave por el centro para poner en ventaja al Impact, situarlo en el punto más alto de su breve historia y ante 61 mil 4 espectadores en su casa. Una prueba más de que las ilusiones son
posibles y los favoritismos tambaleantes.
En los días de pretemporada y pruebas con el Impact en México, Kristian Nicht, arquero alemán de 33 años, seguramente no visualizaba su llamado para cubrir la portería de ese club en la Final de la 'Concachampions', sólo un par de meses después. Y es que Evan Bush, arquero titular, provocó su suspensión en el duelo definitivo, al acumular tarjetas amarillas. A partir de ahí se desató el drama en la portería, pues John Smits, único arquero disponible, también había sido fichado días antes de la ida, ya que los otros dos arqueros del plantel se encontraban inhabilitados: uno por lesión y otro por haber participado en este torneo con otro club.
Ésta fue una de las desventajas que tuvo que superar un equipo con apenas tres años en la MLS y 23 de vida, en un país con escasa cultura futbolera. El inicio de los Cuartos de Final en cada edición representa una desventaja para los clubes de la MLS, pues están en pretemporada y con poco ritmo.
Aun así, el Impact fue capaz de superar a Pachuca. Diez días de adaptación en México resultaron altamente positivos para rescatar un empate rematado en Montreal. Algo similar hicieron con Alajuelense en Costa Rica.
Para esta reciente Final repitieron su modelo en la Ciudad de México, con el apoyo de la MLS, que pospuso sus dos jornadas más cercanas para permitirle centrar sus energías en el título.
Más de 61 mil espectadores agotaron las localidades disponibles para presenciar la Final en el Estadio Olímpico de Montreal.
Un equipo que sin duda basa gran parte de su potencial e inspiración en Frank Klopas, su director técnico, mundialista con Estados Unidos y anotador del penal con el que su país eliminó a México en la Copa América 1995.
Hay equipos que después de perder ganaron mucho, es definitivamente el caso del Impact, que ha escrito una de las páginas más emotivas, dignas y agradables de este torneo. Un plantel que en el lapso de una semana convocó, junto a su rival, a más de 160 mil espectadores en dos estadios y que, contrario a sufrir pánico escénico, peleó mucho más allá de lo que se suponía. ¡Felicidades Subcampeón!
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