Polamalu, baja la cortina

Fernando Von Rossum
en CANCHA


Amables aficionados: con el retiro hace unos días de Troy Polamalu, se fue el último jugador insignia de la defensiva de Pittsburgh en este siglo.

Joven en su vida, 33 años, pero adentrado y desgastado en la cronología deportiva, 12 temporadas, el tranquilo hawaiano de suave hablar y recio golpear vio al fin la escritura sobre la pared: o se iba o el equipo lo daba de baja.

Al menos

pudo salir por propia voluntad. Con su partida, y la de Ike Taylor, se cierra la segunda edición de las legendarias defensivas de los Acereros, la primera siendo, obviamente, aquella inolvidable "Cortina de Acero" de los años 70.

Polamalu, cuyo tiempo para entrar al Salón de la Fama ya empezó a correr, redefinió la posición de profundo a tal grado que los coordinadores ofensivos contrarios tenían que armar estrategias exclusivas para contenerlo.

Sus dones atléticos le permitían realizar una serie de roles que ampliaban mucho las opciones de la defensa, se le veía acercarse a la línea de golpeo sea para cargar contra el mariscal o fintar hacerlo, jugaba a veces como un cuarto apoyador contra las carreras, se regresaba a cubrir su zona central, y daba ayuda a sus esquineros a la hora de cubrir los pases largos.

Ningún jugador en esa posición que se recuerde hacía todo eso, exitosamente y en forma constante. Siempre que se coloca un conjunto en su formación ofensiva, lo primero que hace el mariscal es identificar donde está el apoyador central. Contra Pittsburgh tenía que hacer eso y además localizar a Polamalu, quien usualmente estaba en movimiento para confundirlo.

Claro que le ayudaba ser parte de un extraordinario grupo defensivo que contaba, entre otros, con Casey Hampton, Aaron Smith, Brett Keisel, James Farrior, Ike Taylor y Ryan Clark, pero su talento individual era el ingrediente final para esa segunda edición de la "Cortina".

Participó Polamalu en 158 juegos durante su carrera con los Acereros, finalizando con 771 tacleadas, 12 detenciones de mariscal, 32 pases interceptados, 108 pases defendidos exitosamente, así como 14 balones sueltos forzados y 5 anotaciones.

Asistió además en 8 ocasiones al Tazón Profesional y fue nombrado el Jugador Defensivo del Año en el 2010.

En el Salón de la Fama solo hay seis profundos, Polamalu indudablemente será el séptimo. Con la reciente partida de Dick LeBeau, la defensa Acerera perdió a su cerebro, con la de Polamalu, a su corazón.

A voltear la página. Por ahora, hacemos una pausa...

 
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