Un loco muy querido
¿Se imaginan que su jefe del trabajo les llame entre dos y tres de la mañana para decirles en qué están fallando o qué pueden hacer para crecer?
El rosarino Marcelo Bielsa se abrió paso en el futbol mundial con base en locuras como ésa, además de ver videos y más videos de futbol, reflexionar de forma incansable y, a la hora que sea, hacer lo que
se le viene a la mente.
El "Loco" ha marcado época por donde ha pasado y se ha metido en el corazón de directivos, futbolistas y aficionados. Lo mismo fue con el Newell's Old Boys, el Atlas, el América, el Vélez, el Espanyol, el Athletic, el Marsella y las Selecciones de Argentina y Chile.
Los inicios siempre fueron duros, pero los finales le dieron la razón las apuestas locas y fuera de lo establecido.
DECIDIDO
Bielsa no obedece al típico modelo de futbolista, con estatus social medio o bajo. Sus padres le dieron buena posición social y económica, y buscaban que siguiera la tradición familiar de ser abogado.
Sus clases de piano no le importaban y a las primeras de cambio se escapaba para jugar con sus amigos. El futbol regía su vida, día y noche, siempre analizando, leyendo periódicos y escuchando su radio portátil.
Cuando tenía 15 años, les dijo a sus padres que tenía que irse de casa, con la única explicación de que tenía algunas cosas que hacer. Se fue a vivir a la Casa Club de su amado Newell's.
Como zaguero salió adelante por su recio temperamento, porque todos en la cantera sabían que era limitado y que difícilmente llegaría a Primera, pero lo hizo, aunque sólo jugó tres partidos y se retiró a los 26 años.
ESTO ES NEWELL'S
Estudió para ser preparador físico, en Buenos Aires, pero en cuanto terminó su puso en contacto con Jorge Griffa, encargado de las inferiores del Newell's, y comenzó con una revolución en la captación de futbolistas.
Griffa, por supuesto, le compró el proyecto a Bielsa. Dividió el mapa de Argentina en 70 distritos, todo con el cometido de buscar jugadores.
A bordo de un Fiat viajó por Argentina, hasta llegar a Murphy, un poblado donde vivía Mauricio Pochettino. A las tres de la mañana llegó y le preguntó a la madre del futbolista si podía hacerle una prueba para que se convirtiera en profesional.
La estrategia funcionó porque en los equipos inferiores ganaba todo con sus jugadores descubiertos, hasta llegar a Primera, donde fue campeón en un par de ocasiones. A sus jugadores los hospedaba a en hoteles de dos estrellas y no de cinco, para que valoraran lo que tenían.
Un día, los chicos del Newell's murmuraron: 'Ahí viene el loco'. Bielsa escucho y los reunió a todos: '¿Es cierto que a mí me dicen el "Loco"?'. Nadie le contestaba de manera franca, pero Bielsa lo sabía. No era para menos, sus equipos entrenaban hasta cinco horas, además del tiempo de ver videos.
Algunos jugadores de renombre que salieron del esfuerzo continuo de Bielsa y Griffa fueron Gabriel Batistuta, Pochettino, Eduardo Berizzo, Ricardo Lunari y Jorge Ayala.
En una ocasión, Bielsa le pidió al portero Norberto Scoponi que tirara todos los saques de meta para afuera de la cancha, a la altura de la mitad del campo, porque así recuperaban más rápido la pelota en ese sector que cuando lo dividían en el juego aéreo.
Una tarde de 1991, montado en hombros de un aficionado, gritaba: "¡Esto es Newell's, carajo!". Esa frase siempre lo acompañó, pues con ella festejó su primer título de Primera División.
REVOLUCIÓN
Su obsesión con los videos, su perfeccionismo y su constancia pronto rebasaron fronteras. El Atlas lo contrató. Si bien ya tenía la costumbre de darle oportunidad a los jóvenes, Bielsa perfeccionó el sistema con Antonio de la Torre y Efraín Flores.
Las visorías minuciosas en todo el País eran el sello de la cantera de los Zorros. El resultado de años, combinado con el trabajo de formadores mexicanos, fue el salto de elementos como Rafael Márquez, Daniel Osorno, Jared Borgetti, Pável Pardo, Juan Pablo Rodríguez y Mario Méndez al profesionalismo.
En Atlas no ganó títulos, pero nadie lo olvida. Revolucionó los esquemas de Fuerzas Básicas en México.
Hoy, clubes como el Guadalajara, el Pachuca y los Pumas se preocupan más por la formación del futbolista dentro y fuera de la cancha. Algo que Bielsa aprendió de Griffa.
El rosarino es muy estudioso. En el Mundial de Estados Unidos 94 le dejó trabajos especiales a todos los maestros de la cantera del Atlas para que analizaran los sistemas de juego, si hacían paredes y cómo salían desde su meta.
En 1994, los Zorros se interesaron por Lunari, uno de sus pupilos, y le preguntó por él al Colo Colo, de Chile. El precio era de un millón de dólares. Bielsa le llamó por teléfono y le dijo que el pase no iba a hacerse porque no valía tanto, pero el fichaje se hizo.
El Atlas pagó el millón, pero cuando Lunari llegó a México, el "Loco" tuvo una plática privada le cuestionó: "¿Está consciente de que no vale un millón de dólares?". Lunari le dio la razón, pero firmó su contrato.
Una de las maneras en las que Bielsa se ha ganado el respeto en el mundo del futbol es precisamente porque piensa que los precios de los pases de los futbolistas son temas del periodismo, representantes y mercadotecnia, nada que ver con los valores genuinos del balompié.
POLÉMICA Y TÍTULOS
Ese genio de la filosofía aplicada al futbol no ha escapado de la polémica, pues muchos críticos le han cuestionado que en su carrera como técnico apenas ha ganado tres títulos en clubes, todos en Argentina, con Newell's y Vélez, además de la medalla de oro en los Olímpicos de Atenas 2004, con Argentina.
La escuela que de Bielsa es reconocida, con apenas cuatro campeonatos en 24 años, pero su prestigio se compara con el de Pep Guardiola o José Mourinho.
El guardameta José Luis Chilavert fue uno de sus grandes opositores, pues en su paso por Vélez tuvo separó tres semanas del primer equipo porque le cuestionaba los parados tácticos, porque con ellos que no ganarían nada. Al final, Chilavert regresó y sí fueron campeones.
Su tarde más amarga fue cuando Argentina quedó eliminada en la fase de grupos del Mundial Corea-Japón 2002. Ese día, Bielsa lloró en el vestidor, al final del juego ante Suecia.
Al medio tiempo, por primera vez en su carrera les dijo a sus jugadores: 'Muchachos, no hay que cambiar en nada, lo están haciendo bien'. El futbol fue caprichoso con el "Loco" y no le funcionó nada. Un sector de la prensa pedía su salida. Batistuta dio la cara y, de manera pública, pidió su continuidad y un par de años después ganó oro en Atenas.
CHARLAS QUE MARCAN
Bielsa es famoso también por sus charlas motivacionales. En el 2010, cuando estaba al frente de la Selección de Chile, azotó al País un terremoto y, en su tiempo libre, se dedicó a dar conferencias. El recurso económico que conseguía lo donada a los damnificados.
Con el Athletic se caracterizó por ingresar a niños para a los entrenamientos. Su capítulo más simbólico fue cuando, en el discurso luego de perder dos Finales, recriminó a sus futbolistas: "Ustedes ilusionaron a este pueblo y no estuvieron a su altura. No pueden tomarse a la ligera lo que ha pasado". Claro, Bielsa siempre le ha dado un lugar especial al aficionado.
No es un "Loco" cualquiera. Pep Guardiola lo buscó en Máximo Paz, un pueblo donde iba a visitar a su novia y que jamás olvidó. Hasta allá, viajaron Pep y David Trueba, periodista, cineasta y escritor, porque el argentino también es amante del cine y de las cosas bien hechas.
"Acepten la injusticia, que al final el equilibrio dará la razón". Es una de las últimas charlas con las que Bielsa inspiró a sus jugadores luego de una derrota del Marsella frente al París Saint Germain, con una actuación polémica del silbante, quien les anuló un gol lícito.
Hoy, en Marsella, hay un genio que no duerme, menos cuando pierde, que analiza la vida, transmite valores y forma apasionados del futbol.
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