Triunfos convertidos en derrotas

Félix Fernández
en CANCHA


Hay victorias holgadas capaces de perjudicar más que una derrota. Algunas tienen efectos a largo plazo (Colombia sobre Argentina 0-5 en Buenos aires, previo a la Copa del Mundo 1994), otras a mediano (Honduras sobre México 1-2 en el Azteca 2013) y otras más con efectos casi inmediatos (Herediano sobre América 3-0 en Costa Rica 2015).

La confianza y la desconfianza son contagiosas, basta un

chispazo para que ambas inicien combustión y comiencen a arder. Así se gestan las grandes e inesperadas victorias que desatan la euforia y el triunfalismo erróneo, que en muchas ocasiones termina por jugar en contra y ubicar a los actores en su verdadera realidad.

Herediano de Costa Rica llegó como invitado de última hora a la Liga de Campeones de la CONCACAF 2014-2015. Jamás había pasado de los Cuartos de Final y en esta edición se ubicó, no solamente en la Semifinal, sino que puso al gran favorito, América, contra las cuerdas tras el juego de ida. Luego del escandaloso resultado en San José y con varios incidentes de violencia y frustración dentro del juego contra las Águilas, el nombre de Herediano comenzó a crecer en interés y, por supuesto, en favoritismo para llegar a la Final con tan amplia ventaja.

Lo que parecía el reto de una voltereta con tintes de hazaña para el equipo de Gustavo Matosas, se convirtió en asunto resuelto antes de 30 minutos. La admiración que despertó la escuadra de Mauricio Wright fue inversamente proporcional a la decepción por el pánico escénico mostrado en la Ciudad de México.

América no habría contado ni con la mitad de sus seguidores, en el encuentro de vuelta, de haber empatado o perdido por un gol en la ida. Hoy cuentan con el récord de asistencia a un partido en esta competencia (66 mil). Sin duda que ese factor fue de gran ayuda para impulsar al América e intimidar a Herediano.

El pánico escénico no es asunto de otro planeta ni es ajeno al deportista de alto rendimiento. Escucho al señor Wright negar la evidente actitud amedrentada de sus jugadores con molestia, sin contemplar lo que debe tener bien aprendido: en algún momento, sin avisar, aparece el temor de actuar, de fallar, de no llenar las expectativas o de ser superado ante los ojos de quien tiene tantas esperanzas en nosotros. El gran problema es no tener la capacidad de corregir, de permitir que el contagio se apodere, que la frustración se transforme en agresividad y que el reconocimiento ganado con tanto esfuerzo termine despedazado... tal como sucedió.

¿La distancia entre Herediano de Costa Rica y América son seis goles? No. De la misma forma que tampoco lo eran los tres goles del primer partido. Lo impredecible del futbol es justamente lo que resulta tan fascinante.

Definitivamente hay triunfos que afectan más a los ganadores una vez pasado el festejo. Herediano, primer club de la Concacaf en lograr 20 títulos nacionales y con más de 90 años de historia, se vio envuelto en elogios desmedidos por vencer al poderoso América en su cancha 3-0. Las dos semanas entre uno y otro partido resultaron el peor consejero para un equipo que, para sorpresa de nosotros los analistas, terminó más afectado por su victoria que por una derrota.

 
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