El nuevo directivo
Con la novedad que Jorge Vergara nombró a su nuevo director general para tratar de calmar todo este relajo que la semana pasada inició con la salida de Angélica Fuentes del Grupo Omnilife-Angelíssima-Chivas, que ahora para los compas será solamente Omnilife-Chivas.
Se trata de José Luis Higuera Barberi, que a primera instancia suena a nombre de empresario y
hasta ahí, pero resulta que el señor es futbolero de corazón, apasionado por las Chivas según dicen los que lo han tratado, y sobre todo hombre de tooooda la confianza del Omniyorch (a como están las aguas, ni modo que no).
Higuera fue parte clave en el proceso de adquisición de la franquicia de Coras Tepic, en la cual el Guadalajara invirtió con el recurso humano enviando a muchos elementos de sus Fuerzas Básicas para darles fogueo.
Por eso no les extrañe que ahora Higuera de vez en cuando se eche sus vueltas a ver cómo le está yendo al Rebaño que dirigen los "hermanos coraje", aunque también habrá que estar atentos para ver qué tanto le permite Néstor de la Torre actuar, o más bien, qué tantas libertades le dio Jorge para estar ahí cerca del equipo, lo cual, si me preguntan, podría ser un grave error en esta buena gestión que encabezan los De la Torre.
Rudeza innecesaria
Sí, la euforia por Chivas es real, y a los entrenamientos en donde antes a lo mucho se paraban 50 personas, ayer más de 2 mil acudieron al Omnipasto.
Yo no sé si los elementos de seguridad del estadio habían perdido la práctica de cómo controlar a un grupo tan grande de personas, por aquello que nadie los pelaba, o si tienen una carrera frustrada como defensivos de la NFL, pero de verdad que lo de ayer me pareció rudeza innecesaria.
Ahí tienen que unos aficionados se volvieron locos y se metieron a la cancha, corriendo por el césped tratando de acercarse a sus ídolos, situación que trató de ser controlada en primera instancia con la invitación de los guardias a los jóvenes a quedarse quietos y salir ordenadamente por donde entraron.
Pero como nadie les hizo caso, tuvieron que recurrir a tácticas más extremas. El jefe de seguridad del equipo aprovechó su momento y se descontó con tremendas tacleadas a un par de muchachos.
Ojo, no estoy diciendo que hayan hecho bien en meterse a la cancha, pero como que tampoco se trataba de unos delincuentes con pistola en mano a quien había que detener.
Incluso a uno de ellos se lo llevaron a empujones y gritándole palabras altisonantes. Con decirles que hasta Rafael Márquez Lugo tuvo que intervenir para que no mallugaran de más al aficionado.
Sin duda debe haber más tacto en este tipo de situaciones, pues si bien la gente está volviendo a creer en su Rebaño y a apoyarlo, estas actitudes pueden ser contraproducentes en esto del amor entre afición y equipo.
Negro presente
Pues que ahora sí los árbitros ya están aprendiendo a estar bien alineaditos a lo que quieren sus patrones de la Liga MX con ese concepto bautizado por Decio de María de ser "facilitadores del juego", que no es otra cosa que la "sentida" sugerencia de que no se la pasen cortando el juego marcando faltas y que por favooor no saquen tarjetas como si fueran sus esposas de shopping en San Antonio.
Con esa "gran idea" de que los árbitros deben dar fluidez al asunto, se pudo ver que el americanista Paul Aguilar le hizo un corte de manga al árbitro Fernando Guerrero en el Clásico Joven y éste ni se inmutó.
O que Gerardo Flores le metiera un codazo a Rubens Sambueza y tampoco se señalara gran cosa, o que Juan Arango diera una mordida y como que nadie lo vio, total, al cliente lo que pida y como pidieron menos cortes al partido, pues los árbitros no distinguen entre detallitos o detallooootes y mejor dejan pasar todo.
A ver qué tal pinta esta Jornada 13 que hoy arranca.
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