Existen eventos inolvidables en la vida de un futbolista que son puntuales: la llegada al primer equipo, la primera vez en la banca, el debut... el primer llamado a Selección Nacional y, por supuesto, el primer partido que se representa a toda una afición y a una nación. Es pasar de la aristocracia a la nobleza.
Recuerdo que tras cinco días de vacaciones en el Caribe casi incomunicado,
recibí una llamada en el hotel por parte de un amigo: él me dio la noticia junto con un número al que debía llamar. Si no me reportaba en dos días a la concentración para Copa Oro 1993 en Yucatán, otro arquero sería llamado en mi lugar. El debut se produjo en el Estadio de la Sabana en San José, Costa Rica, un par de semanas más tarde.
En esta reciente convocatoria de Miguel Herrera para los encuentros ante Ecuador y Paraguay, la mayoría de los debutantes tuvieron episodios muy particulares.
Jurgen Damm recibió instrucciones del "Piojo" para ingresar al partido con la camiseta de calentamiento puesta, cuando buscó la playera de juego #25 que le correspondía, se dio cuenta que la había olvidado en el vestuario al medio tiempo. Su única opción fue aceptar la #8 de Jonathan dos Santos, en el entendido de que se trataba de un juego amistoso y con la aceptación del cuarto árbitro podía jugar. Una vez dentro, en la primera jugada que tomó el balón, aceleró y se metió entre dos ecuatorianos, fue derribado con tremenda patada por detrás que le impidió ser parte del segundo partido en Kansas City.
Eduardo Herrera, centro delantero de Pumas, ingresó por "Chicharito" Hernández, quien seguramente fue sustituido para recibir una ovación de casi 90 mil aficionados en el Memorial Coliseum. El asunto es que apenas pisó el campo el corpulento delantero, el árbitro decidió dar por terminado el juego. Fueron 10 segundos en su partido de debut. Tres días más tarde ante Paraguay, apenas al 3', anotaría su primer gol como seleccionado nacional.
No menos anecdótico es el primer duelo como seleccionado para Melitón Hernández, quien fue llamado el domingo para llegar el lunes y debutar el martes. A los 32 años, el arquero de Veracruz rompió en llanto al escuchar el Himno en Kansas City. Sin importar lo que siga para Melitón, su inesperado debut sin recibir gol es algo sagrado en su biografía.
El futbol se divide entre quienes ven y quienes sienten; en la mayoría de los casos uno desconoce la primera y la última vez de cada acontecimiento hasta que sucede. Por lo mismo, existen momentos únicos para cada futbolista, uno de ellos es el primer llamado a Selección Nacional y, no se diga el debut como seleccionado nacional.
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