Vía crucis americanista
Alguien debió avisar a los jugadores del América que el Jueves Santo se convierte en un Vía Crucis para todos los que quieran llegar al Nido de Coapa por la mañana, pues los accesos por Tlalpan, Periférico y hasta por División del Norte se vuelven lentos y tortuosos, tomando en cuenta que miles de automovilistas escapan a Cuernavaca, Acapulco y otros lugares
recreativos cercanos, para tomar unos días de asueto y sol.
Por mucho que la mayoría de quienes asisten a los campos azulcremas vivan cerca, desde un día antes tendrían que trazar una ruta alterna o de plano salir con una o dos horas de antelación de casa, porque además hay horas pico en que estas avenidas se transforman en un estacionamiento gigantesco.
Un consejito al respecto le habría evitado ayer a Michael Arroyo tremendo dolor de cabeza, porque el caos vial de este año inició ni más ni menos que desde las 5 de la mañana y le costó llegar tarde a la chamba, con el cogote atorado en la garganta y cara de "me van a regañar".
Y como él, otros tantos que se quejaron de que trayectos de 15 minutos se convirtieron en una hora o más de tráfico.
Un nuevo enemigo en los días de depresión que viven las Águilas.
Festejo tardío
Tremendo quemón se dieron hace unos días en Veracruz cuando se les ocurrió "conmemorar" los 700 partidos de Carlos Reinoso como técnico de Primera División, "nomás" mil 800 días después de que los cumplió en realidad.
Como si no tuvieran razones de sobra para festejar en el Luis "Pirata" Fuente después de aplastar 4-0 al América el 20 de marzo pasado y asegurarse el subliderato del Clausura 2015, además de estar a un tris de salvarse del descenso, resulta que el club jarocho hasta sacó pastel y toda la cosa para celebrarle a su entrenador siete centenas de partidos dirigidos, lo que Reinoso no contradijo en ningún instante, demostrando que él mismo no tiene mucha idea de sus marcas personales.
Quién sabe de dónde sacaron sus datos mis amigos escualos, pero la fiesta de la semana pasada debieron haberla armado el 21 de marzo de 2010, fecha en la que Carlos Reinoso realmente alcanzó los 700 partidos en Primera División, una noche en la que el equipo al que dirigía en ese entonces, Gallos Blancos de Querétaro, perdió 1-0 con los Indios de Ciudad Juárez, en la Jornada 11 del Torneo Bicentenario 2010.
Supongo que el estratega chileno no tuvo mucho qué festejar después de ese partido hace 5 años, y pues como en la playa la vida es más sabrosa, hoy cualquier pretexto es bueno para partir un pastelito y brindar, total, si a Reinoso no le importa que le cuenten los 744 juegos que en realidad tiene en los banquillos del Máximo Circuito, pues a los demás debería importarnos menos.
san.cadilla@reforma.com