La actuación del Tri frente a Ecuador deja claro que se necesita más trabajo para mejorar, lo que es normal cuando una maquinaria vuelve a ponerse en marcha: ha de calentar para lograr un mejor desempeño.
Mañana contra Paraguay, con una alineación distinta, tendrá otro de los contados ensayos antes de la competencia oficial del verano.
La cantidad de bajas respecto al primer juego
no son normales. Y en el caso particular de Guillermo Ochoa, las sospechas aparecen porque no jugó el primer partido y no se quedó para el segundo. Después de tanta especulación mediática sobre la portería, el horizonte se le abre por fin a Jesús Corona, quien fue de lo más destacado en el juego del sábado tal y como lo consagró CANCHA en su portada de ayer.
Si hubo un imprevisto que hiciera llamar de última hora a Melitón se sabrá muy pronto. Está claro que la anormalidad de la vuelta de Memo a Europa tomó fuera de la base al cuerpo técnico y a la dirección de Selecciones Nacionales.
Santo que no es visto no es adorado y el estupendo arquero no aparece más que en la banca del Málaga. Pese a lo bien que se entrene, le sucede lo que a muchos porteros destinados a la suplencia: sin competencia se pierde tono. Hugo Hernández con el América nos lo recordó hace unos días en su reaparición ante Herediano por la lesión de Moisés Muñoz.
Más allá de lo que se pueda suponer en el caso de Ochoa, es necesario que suceda algo. Una de las figuras del Mundial en el Tricolor se está perdiendo el que podría ser el mejor momento de su carrera.
Memo tiene la virtud de saber perseguir sus sueños: por eso apostó a que el Ajaccio, con su modestia presupuestal y deportiva, fuese la vitrina para aspirar a un mejor club europeo. Málaga ofrecía esa posibilidad, pero jamás se habrá pensado que sería suplente. Habrá de replantear las cosas en la medida de lo posible.
El futbolista pasa súbitamente de un estado de gracia a otro de olvido y viceversa. Andrés Guardado, aclamado y reconocido en Holanda, hace unos meses sufría en el Valencia y posteriormente en Alemania lo que aparentaba ser un declive sin retorno tras la triste Eliminatoria que jugó con México junto al resto del equipo.
Sin embargo, tuvo la oportunidad de mostrarse y retomar su nivel. Resolvió ciertos temas personales que le aquejaban y mostró que su talento estaba intacto. Sólo requería que le dieran un poco de confianza y en el PSV se la brindaron.
El Tri se compone de muchas historias y algunas de ellas contrastan.
La última de ellas dice que un arquero de gran calidad ha regresado a la titularidad y que su contraparte vive ahora momentos indeseables.
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