El Memorial Coliseum de Los Ángeles, un precioso escenario, volvió a adornarse con los colores mexicanos para ver al Tri de Miguel Herrera frente a una Selección de Ecuador que resultó ser mucho más complicada de lo esperado.
El seleccionador mexicano no especuló y, para aprovechar las pocas fechas FIFA previo a los importantes torneos como la Copa Oro y Copa America, mandó a la cancha su
Selección "A", aunque él no quiera reconocerla como tal.
Fue un gran partido en donde ambas Selecciones presentaron sus mejores armas; los mexicanos obtuvieron más de lo que merecían y el buen futbol de los ecuatorianos fue severamente castigado por su poca efectividad ofensiva.
Herrera vio anoche a los "europeos" Guardado, "Chicharito", Héctor Herrera, Miguel Layún, Giovani y Moreno, jugadores que hasta finales de mayo los volverá a tener.
También vio al portero Jesús Corona, el mejor jugador en la cancha, lo que habla por sí solo del mal funcionamiento del equipo mexicano.
El hecho de haber jugado, cobijados por un ambiente totalmente casero, no le ayudó en nada a los dirigidos del "Piojo" Herrera, como tampoco evitó que los ecuatorianos se mostraran superiores a los nuestros durante todo el encuentro.
Definitivamente el "Talón de Aquiles" mexicano fue el poco poder de recuperación y la gran carencia de creatividad en la media cancha.
Debido a tener a sus volantes abajo del nivel esperado, el equipo mexicano se vio obligado a basar sus su futbol en la verticalidad (juego directo), movilidad y principalmente en la velocidad de sus atacantes y con eso logró el resultado, aunque para mí faltó convencimiento.
En mi forma de pensar, esta victoria estuvo basada en la inspiración individual del "Chícharo" Hernández y opacada por un un muy mal funcionamiento colectivo.
Sin embargo, también reconozco que nunca faltaron a la seriedad y tampoco a la entrega, aunque cuando se trata de una Selección eso debe existir por default.
Muy bien Corona, quien aprovechó su oportunidad y le demostró a Miguel Herrera que es un portero que está teniendo continuidad y es confiable.
El martes le toca el turno a Memo Ochoa, quien tiene "un colchoncito" por haber hecho un buen Mundial en Brasil, pese a que su inactividad puede pasarle la factura en esta interesante y muy particular pelea.
Normalmente victorias como las de ayer ocultan la realidad. Creo que un empate, además de justo, dejaría más a Miguel Herrera que una victoria inmerecida como la de anoche.
Ojalá el técnico y los jugadores mexicanos sean muy coherentes en su autocrítica.
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