Aquí hay 'sangre' encerrada
Me comentan que fue muy, pero muuuy rara la forma en que los integrantes de la La Sangre Azul pudieron meterse ayer casi hasta la cocina del Cruz Azul, en La Noria, sin que alguien de seguridad, algún policía de los que cuidan la puerta o cualquier otra persona tratara de impedirles el ingreso.
Con total facilidad, sin necesidad de dar portazo, los
barristas entraron y se metieron a una tribuna que da a la cancha donde entrenan los cruazazulinos y ahí hubo quienes incluso quisieron saltarse al campo para reclamar a los jugadores su actitud en los juegos.
Pero lo que llama la atención es que en todo ese tiempo no hubiera un vigilante que les cerrara el paso para que no llegaran a la zona de los jugadores.
Y lo que más sorprendió a propios y extraños es que, así como entraron con plena facilidad, tan campantes se salieron, sin ningún reclamo de los directivos del equipo, quienes solamente los invitaron a salir ya después de varios minutos adentro.
Me pregunto si quienes tienen que cuidar al plantel celeste ya olvidaron que ahí muy cerca de La Noria secuestraron hace algunos años al que era su entrenador, Rubén Omar Romano...
Y es que si un grupo de gritones, varios de ellos con el rostro cubierto, se logra meter sin problema, ¿qué será cuando se trate de algún intruso más peligroso?
Pero también recuerdo que desde hace algunos años se dice que hay alguien de muuuy adentro del club que, cuando un entrenador ya no le gusta, manda a "reventadores" a gritarle cosas desde la tribuna, justo en la parte de atrás de la banca, en el Estadio Azul.
No quiero ni pensar que ese personaje exista y que ahora, con este grupo de revoltosillos que entraron como Pedro por su casa a La Noria, haya decidido no esperar hasta el día de partido para reventar a Luis Fernando Tena.
Están hartos de Cardozo
En donde ya no están tan a gusto con José Cardozo es en la directiva del Toluca, encabezada por Jesús Vallejo.
Más allá del lugar 8 de la clasificación, que los Diablos Rojos alcanzaron el domingo pasado tras el dificultoso triunfo 1-0 sobre el Querétaro, a la plana mayor del equipo no le gusta lo que muestra el grupo.
Sobre todo porque siente que Pepe debería de estar entregando mejores resultados tras recibir a los refuerzos que él pidió para el Clausura 2015, léase los colombianos Víctor Montaño y Wilder Guisao.
El colmo es que precisamente estos dos futbolistas le han agregado piedritas a la molestia de la dirigencia, pues ninguno ha respondido lo que de ellos se esperaba, y el colmo es que el propio Cardozo de plano ha preferido dejar a Guisao calentando el banquillo.
Así que en el verano, cuando termine el contrato del guaraní con el Toluca, no les sorprenda que la directiva, en lugar de darle uno nuevo, mejor le dé las gracias.
san.cadilla@reforma.com