Se ha escuchado en varios foros de opinión que a diferencia del Guadalajara, el resto de equipos involucrados en la lucha por la permanencia saben lo que se está jugando.
Como si sólo fuera un asunto de voluntad, el chiverío ha sido acusado de que no tiene total conciencia de los riesgos que le amenazan. Su derrota de último minuto en Querétaro -el que a hierro mata, a hierro murió en
Toluca-, volvió a despertar esa percepción.
Llegó al partido contra el Puebla con el peor escenario posible: UdeG había ganado en Morelia y ahora les tocaba jugar como visitantes ante un adversario enrachado y con los mismos problemas existenciales sobre su futuro.
No es nuevo que el Guadalajara falle goles. Lo hizo en repetidas ocasiones y se fue al descanso con el marcador en contra. Sabemos la historia: entraron Fernando Arce y el "Cubo" Torres.
La recta final del partido le sonrió al Rebaño con dos goles del olvidado Érick. Y Giovanni Hernández, otro de los relevos, también participó en uno de los tantos que cambiaron el fiel de la balanza.
Puebla pudo ganar también el partido pese a que en general el visitante fue mejor. Pero Michel, cuestionado en el inicio de temporada por tomar el lugar de José Antonio Rodríguez, hizo una gran atajada al disparo de Rey que levantó la mano para ser el héroe.
Más allá de los detalles, las Chivas obtuvieron el triunfo en Puebla gracias a que tuvieron más decisión que el anfitrión. Porque apretaron más fuerte los dientes porque al momento de meter la pierna para intentar un remate arriesgado o disputar el balón lo hicieron sin titubear. Porque no se arrugaron.
Puebla hizo casi todo lo que le tocaba, pero tuvo ese problema. En las jugadas decisivas ni Acosta para despejar en el primer tanto ni Torres para cerrarle el paso al "Cubo" cumplieron con su cometido. Y a Efraín Cortés en el segundo, el balón se le fue entre las piernas antes de convertirse en gol.
La Franja lo ha hecho bien durante el torneo. La tremenda herencia que carga en la espalda, igual que sus compañeros de calamidad, le han dejado tras el resultado en serios aprietos.
El anunciado descenso de la UdeG sigue en veremos porque ha tenido una reacción hasta hace unas semanas impensada. Tres victorias al hilo le alejan de un fuego que parecía consumirlo y sin haber resuelto su problema, ha vuelto a la vida con muchas posibilidades de conservarla.
El resultado es el anteojo con el que vemos todo lo que sucede.
La historia continúa y el desenlace será emocionante por las incógnitas que resolver y por la manera en que los expertos somos desmentidos.
A algunos, pena les debería dar...
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