Un poco de justicia

Francisco Javier González
en CANCHA


En los planes estaba escribir sobre el espectacular Pachuca-América del sábado, citar el detalle del nuevo triunfo de Cruz Azul sobre un cansado Atlas harto de tanto viaje, y posiblemente de la victoria de las Chivas que mantendrían la buena racha que les alejará del fuego tarde o temprano.

El hombre propone y Dios dispone. El futbol nos recuerda cada fin de semana lo difícil que es

pronosticar -en algún lugar de esta misma edición de CANCHA hay constancia de ello-; lo complicado que resulta esperar que la lógica impere.

En la agenda de los columnistas no existe normalmente el plan de hablar sobre los Xolos de Tijuana o los Tiburones Rojos del Veracruz. Son dos equipos que viven tan buen momento futbolero como mal augurio de los expertos: estos últimos siempre piensan que el siguiente resultado es el que volverá a la realidad a todo mundo y que los globos que aparecen en la parte superior de la tabla se van a reventar.

Pero resulta que los equipos de Daniel Guzmán y Carlos Reinoso -en estricto orden de aparición en la tabla- son los que mejor están jugando, los que más capaces son de hacer patente en el marcador de cada fin de semana su pulcro trabajo, y los que mandan en la mayoría de los rubros sobre todos los demás equipos del circuito.

Ambos tienen técnicos con ánimo de revancha y madurez. Los dos equipos han contratado muy buenos extranjeros y han recobrado futbolistas mexicanos cuyo mejor momento parecía hacer pasado. Los dos tienen su casa en lugares que ofrecen características únicas que ningún otro equipo plantea -uno juega en cancha artificial y otro vive a nivel del mar- y por si eso fuera poco, se enfrentarán el viernes entre sí en el partido que más reflectores merece de toda la Fecha 10.

Veracruz es más equilibrado que Xolos. Pese a que los fronterizos han marcado 4 goles más (18 contra 14), la defensiva de los Tiburones es la mejor del circuito -4 goles en contra- y Tijuana ha recibido más del doble con 10.

El equipo de Reinoso marcha invicto y el de Guzmán ha perdido un solo partido. Salvó sobre el tiempo la zalea en Torreón frente a un Santos Laguna que con frecuencia merece ganar y no lo consigue, pero esa es culpa ajena.

Entre Peñalba y Güemez, Juan Arango y Édgar Andrade, Hauche y Furch -comparten eso de tener un delantero con apellido pronunciable sólo con manual-, Villalba y Dayro Moreno, complementan un mosaico de futbolistas que le están dando color al torneo.

Xolos y Veracruz tienen que estar en la agenda hasta que se demuestre lo contrario. Son los mejores en muchas cosas. Merecen figurar por encima de los equipos más famosos y mediáticos que hoy, por cierto, los observan con envidia.

 
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