Cayó el primero.
Carlos Barra, haciendo efectivo el antecedente de que el oficio de director técnico no puede estar invicto a la altura de la sexta fecha, abrió el expediente de los desempleados del Clausura 2015.
La historia dice que no tardamos mucho en tener el segundo novenario de la campaña.
¿Cuándo y cómo decidir?
Seguro que cada equipo tiene su manera de matar
las pulgas -o a los entrenadores-, pero hay un denominador común: la desesperación.
Hay casos asombrosos. Pachuca en 2006 resistió a Enrique Meza en el cargo pese a acumular 4 derrotas consecutivas y un empate con Gallos en casa. Terminaron siendo campeones de la Copa Sudamericana, fueron semifinalistas del torneo y monarcas al siguiente semestre.
Al mismo Meza le dieron las gracias en su segunda era con Pachuca tras completar un buen 2014: llegó a una Final con un equipo juvenil frente el León y luego salió en los Cuartos contra Tigres por posición en la tabla favorable a un equipo con toda la barba.
Cuando Santos Laguna se salvó del descenso en 2007, había perdido cinco de sus primeros siete partidos y mantuvo a Daniel Guzmán contra todo pronóstico. Dos años más tarde fue cesado de manera fulminante.
El desgaste de las relaciones en un equipo tendrá mucho que ver con esas decisiones.
A veces la confianza por el trabajo obran al revés. Por eso Luis Fernando Tena habrá sido felizmente mantenido en el cargo para el actual torneo. De una campaña sumamente adversa que arruinó más aún el Mundial de Clubes, hoy es líder.
Hay equipos en desgracia de resultados que, sin embargo, tienen que esperar un poco más. Es el caso de Monarcas Morelia, por ejemplo, en donde lo que se aprecia en la mayoría de sus partidos es promisorio. Compite, pierde por poco, manifiesta una idea diferente a la de los flojos torneos anteriores, y seguramente es cuestión de tiempo y un poco de fortuna lo que le falta para cambiar el rumbo.
Como todo es relativo, hay quien pueda pensar que seis partidos son pocos para determinar que alguien pierda su trabajo, pero en una campaña de 17 juegos por equipo con cuatro de ellos peleando la permanencia, los nervios traicionan casi a cualquiera.
Puebla adquirió tranquilidad por su triunfo contra el Monterrey; UdeG apela a la fidelidad a Alfonso Sosa pese al tobogán en que parece haberse lanzado ya.
"Chepo" suma con Chivas aunque sea en partos sin anestesia y en el Atlas, el "Jefe" Boy ha ganado el crédito suficiente como para que dos derrotas no influyan demasiado.
¿Traerá la Fecha 7, con todo y sus Clásicos, un cesado más?
La historia nos recomienda no descartarlo.
fjgonzalez@reforma.com
@fj_tdn