El apostador
Desde hace varios años ha sonado el nombre de Antonio Mohamed para dirigir al Monterrey.
Antes de agarrar a Tijuana y cuando andaba dando tumbos en Argentina previo a su llegada al América, diferentes medios -principalmente del DF- lo ponían como candidato.
Sonaba lógico, jugó un buen tiempo allá, la afición lo amaba y hasta llegó a poner su tarjeta de
crédito para pagar hoteles en Sudamérica cuando dieron lástima en aquella Libertadores en los días pobres de Jorge Lankenau, antes de que Hacienda le quitara el equipo.
Pero lo que mucha gente no sabe es cómo y por qué se dio su salida, apenas meses después de que Femsa tomó las riendas del club y le metió toda la lana que sobraba de las cervezas y refrescos (bueno, no toda, pero sí una buena cantidad).
Aquellos eran tiempos oscuros en Regiolandia, en los que en el Estadio del Tec peleaban por no descender.
Junto con ellos otro equipo andaba arrastrando la cobija peor todavía, los Toros Neza, equipo en el que el "Turco" había jugado y el cual había quedado guardado en su corazón.
Se enfrentaron y curiosamente el líder de los regios y de lo poco rescatable de aquel plantel jugó uno de sus peores partidos, por lo que hubo dudas sobre su accionar... que se acrecentaron cuando alguien allegado a aquella directiva les llegó con el chisme de que habían visto a Mohamed apostando en un casino ¡para dicho partido!
En ese momento no sólo quedó sentenciada su salida para el final del torneo, sino también una tacha para que el susodicho no volviera a la institución mientras la empresa en cuestión siguiera manejando al club.
¿Apostó en realidad en contra de su equipo? ¿Hizo el mínimo esfuerzo en aquel partido de manera premeditada? ¿Podría ser capaz alguien como el argentino de aplicarla de esa manera?
Seguramente sólo él sabe la respuesta; yo lo que sí sé es que por eso Mohamed no es considerado ni será candidato a dirigir al equipo.
Ahora que parece como que los jugadores le quieren tender la camita a Carlos Barra y se ve más tambaleante que borracho saliendo de Antroducto en domingo en la madrugada, vuelve a sonar el nombre del entrenador campeón con América.
Pero no va por ahí. Por lo que les conté, ni lo tomen en cuenta.
Resbalón
Muy cerquita estuvo Tomás Boy de poner en un hilo su continuidad como DT de los Zorros, pues el sábado ante los Jaguares se hizo de palabras con el cuerpo técnico del conjunto chiapaneco.
Quién sabe cuántas cosas se dijeron tanto él como Sergio Bueno, pero afortunadamente no pasó a mayores; acuérdense que "El Jefe" está condicionado a buena conducta y no puede andar haciendo desfiguros como los que hizo el torneo anterior.
No sé si fue porque se calmaron las aguas o se acordó de que está en capilla y, a pesar de que como en la secundaria se retaron a verse al final, las cosas ya no pasaron a más.
Espero y haya sido la cordura de Boy, quien por cierto, estrenó en el Estadio Víctor Manuel Reyna bigotito. Ánimo, Tomás.
El nuevo rico
Ojalá que el chileno Patricio Rubio le traiga buenos dividendos al Querétaro, porque vaya que abrieron la chequera para traerlo.
Resulta que los Gallos Blancos debieron pagar más de lo que los especialistas chilenos creen que vale el atacante andino, ante la urgencia de un reemplazo para su atacante estrella, Camilo Sanvezzo, quien se lesionó en la pretemporada.
Si bien Rubio cerró el torneo pasado a tambor batiente con la Universidad de Chile, el futbolista en su país estaba cotizado en no más de 3 millones de dólares, pero su equipo se avivó y le cobró al club mexicano los 5 millones estipulados en su cláusula de rescisión.
Bueno, al menos eso le cobraron a los Gallos, que con Ronaldinho en su nómina, ya comienzan a tener fama de equipo adinerado y nuevo rico.
Ahora nada más falta que en la cancha dejen de ser un equipo pobre.
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